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Política

Una nena se salvó de milagro tras recibir una descarga en un parque

El episodio fue resultado de la falta de mantención de las plazas municiaples.

Un hecho de negligencia puso en alerta a los habitantes de San Fernando del Valle de Catamarca, después de que una nena de 4 años entrara en contacto con cables de electricidad en un parque de la capital provincial. Si bien la menor sobrevivió a la descarga, se encuentra instalada en la zona de terapia del Hospital de Niños Eva Perón. Hasta el momento, ninguna autoridad salió a referirse al tema.

El episodio ocurrió cuando la nena de cuatro años y sus padres visitaron el Circuito de la Vida, un parque ubicado en San Fernando del Vale de Catamarca. Allí, la menor tocó los cables de electricidad que sobresalían de uno de los postes y quedó pegada. Según se pudo constatar, el cableado no contaba con la protección necesaria, por lo que podría haberse dado una electrocución de mayor magnitud.

Esta situación hizo cuestionar el mantenimiento de los parques municipales, destinados a la recreación familiar y donde pasan el tiempo cientos de menores de edad. En este caso, el ente encargado de garantizar el mantenimiento y la protección de dichos centros de reunión vecinal es la Municipalidad de la capital catamarqueña, liderada por Raúl Jalil, actual intendente y candidato a gobernador de Catamarca por el Frente de Todos.

A pesar de la magnitud de la situación y aun cuando se volvió público, ninguna autoridad municipal brindó ayuda a la familia de la menor, ni se interesó en saber el estado de la nena. Asimismo, tampoco se refirieron a las condiciones cuestionables en que se encontraba el tendido eléctrico en dicha plaza, aún cuando el mantenimiento y la seguridad es responsabilidad del gobierno municipal.

El estado de la plaza Circuito de la Vida no sorprende, al contrario, presenta la realidad que afrontan la mayoría de los parques de la capital catamarqueña y las localidades del interior de la provincia. Los reclamos por parte de los vecinos no son escuchados y las autoridades parecieran no ser conscientes del peligro que representan los juegos sin su debida mantención. Mientras tanto, los vecinos tienen que convivir con plazas sin iluminación, las atracciones en mal estado, los cables eléctricos al aire y la falta de seguridad.