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Política

Se acaba el tiempo y los precarizados amenazan endurecer el reclamo en Catamarca

Semana clave en donde dicho sector de empleados municipales quieren que las nuevas
autoridades contemplen su situación.

El reclamo por la regularización de la situación de varios empleados de la municipalidad de la capital de Catamarca continúa. Los precarizados tienen muchas razones para protestar por su situación laboral. Hay una diferencia muy amplia entre el sueldo de un becado y el de un empleado municipal formal. De hecho, ya hubo hechos violentos al respecto la semana pasada.

Lo que los indigna a estas personas sigue siendo el mismo caso. El nepotismo dentro de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca es insólito. Y por ende, enfurece a los empleados que hace años están en servicio y aun no regularizan su situación. Desde la clase política se pensó en tratar luego este drama, pero los trabajadores presionan cada vez más.

La precarización es la consecuencia de las mentiras políticas. Esta problemática afecta directamente al nuevo intendente electo, Gustavo Saadi, actual diputado nacional por Frente de Todos. SOEM, principal gremio movilizante de los trabajadores, hace poco empezó a prestarle atención a los precarizados. Dado que siempre priorizó la situación de los afiliados al gremio.

Se debe remarcar, por cierto, que esto es un problema político causado por los propios políticos. La multitud de becados y precarizados son consecuencias de muchos compromisos políticos. Se sumaron muchos becados a la municipalidad con promesas de pase a planta durante campaña. Y como la situación ya es límite, estos trabajadores reclaman por mejoras.

Esto, por supuesto, incomoda en demasía a las autoridades. Una multitud de empleados están en la calle ahora reclamando por una mejora de su situación laboral. Esto es el producto de promesas de pase a planta permanente por parte de autoridades oficiales. Por eso, los manifestantes aprovechan este período de transición en el poder para visibilizar su demanda.

Al parecer, de no haber respuestas satisfactorias, los hechos violentos volverán. Mientras se “tiran el problema” entre la intendencia anterior de Raúl Jalil y la electa de Saadi, los trabajadores quedan en medio. También está envuelto el Concejo Deliberante, que debería tratar el presupuesto del año que viene para saber el destino del dinero en la próxima gestión. Y también, intentar modificar la carta orgánica municipal y los cupos de empleados municipales.