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Política

Estafa del gobierno a una familia carenciada

Un hombre que pesa 39 kilos sale por verdura podrida para darle a su familia.

La crisis económica a veces llega a límites inimaginables. Este es el caso de una familia de Catamarca, que jamás pensó vivir la situación que está viviendo actualmente. Una familia, de apellido Varela Palavecino, que carece de inmueble propio, y que vive sin sus necesidades básicas satisfechas. El Aconquija busca la ayuda y asistencia a estas personas, y darles una voz que sea escuchada por las autoridades a las que les compete. Estas personas viven en Barrio 9 de julio por calle Azul y Blanco y Avenida 5 de noviembre, casa 27.

Al carecer de casa propia, la familia alquilaba una pieza en la que convivían las 5 personas miembros de la familia. Su situación es de extrema vulnerabilidad, no tienen agua, ni luz, ni comida, ni asistencia médica. Los dos adultos de la familia son desocupados. El hombre quedó sin trabajo hace alrededor de tres años debido a sus problemas de salud. Su trabajo era en una óptica, pero el hombre se descompensaba constantemente y además tiene asma y una desviación de columna.

El hombre en cuestión tiene solamente 31 años y pesa alrededor de 40 kg. Sus familiares afirman que no sube de peso, y no saben si es que está atravesado por otra enfermedad de la que el no está al tanto. Sale en busca de verdura que es descartada, para poder alimentar a su familia. A veces concurre a una feria, a ver si logra juntar unos pesos para ganar algo, y así darles un plato de comida a sus hijos.

Estas personas estuvieron pidiendo ayuda y las personas se solidarizaron, les llevaron dos camas, comidas, etc. Contaban con un plan social con el que pagaban la habitación. A través de Facebook, la secretaria privada de la Sra. Lucia Corpacci se enteró de la situación de la familia y los contactó con la promesa de conseguirles una casa donde vivir. La Sra. afirmó que ellos debían seguir abonando los $3.000 con los que alquilaban la habitación, y ella lograría que se pague la diferencia para acceder a una vivienda digna. Esto nunca ocurrió, pero las personas si abonaron el dinero.

 A pesar de los recurrentes llamados y de las veces que fueron a Casa de Gobierno, no recibieron una respuesta, ni su dinero de vuelta. La ahora exsecretaria Gabriela Velazco, y también exdiputada, jamás los volvió a contactar, y ella era la garante del alquiler. La bajeza de un ser humano que jugó con la ilusión de personas carenciadas, que prometió ayuda y por el contrario empeoró su situación y su estado anímico. Esta familia necesita ayuda, asistencia médica, un hogar digno. No puede haber tres niños viviendo en la marginalidad total. Lamentablemente ellos no son los únicos que están en esta situación, y quienes están al mando, miran para otro lado menos incómodo.