La crisis de consumo y pesadas cargas impositivas, además de sociales, las cuales afectan a todas las empresas habrían determinado que Arcor decidiera otorgarles a sus 2.500 trabajadores vacaciones anticipadas durante octubre y noviembre debido a la crisis derivada de la caída del consumo de sus productos en el mercado interno más la acumulación de stock, según informó el diario El Intransigente.
Estos empleados permanecerán sin actividad alguna por períodos de entre una y dos semanas en lo que hace a las cuatro plantas que la empresa mantiene operativas al día de hoy. Éstas son las fábricas de Colonia Caroya, en Córdoba; en Villa Mercedes, San Luis; en Salto, provincia de Buenos Aires y en La Reducción, Tucumán.
Según el balance presentado oportunamente por Arcor a la Comisión Nacional de Valores (CNV), se desprende que en el transcurso de la primera mitad del año, la firma tuvo una ganancia de unos $655 millones. Esto significa que pudo revertir la pérdida de $874 millones que registró en los tres primeros meses del 2019.
«Al finalizar el segundo trimestre del ejercicio económico, el Grupo Arcor cierra el período con un incremento en ventas respecto a igual período del año anterior, por efecto principalmente de las ventas de las sociedades del exterior, que representaron el 34% respecto a las ventas consolidadas del grupo», indicó la empresa través de un comunicado.
Cabe recordar que en este vigente 2019, fueron cerradas dos plantas productivas. La que estaba ubicada en la provincia de Mendoza y que producía alimentos de La Campagnola. La restante se hallaba en la localidad de Choele Choel en el distrito patagónico de Río Negro y trabajaba con conservas de tomate.
