La pareja real se había retirado de la vida pública debido a los constantes ataques de la prensa sensacionalista que recibía la duquesa de Sussex. Luego de estar resguardados en su residencia de Frogmore Cottage por unas semanas, Meghan Markle y el Príncipe Harry pasarán Acción de Gracias en Estados Unidos. Por eso, decidieron redoblar las medidas de seguridad en su residencia, instalando una nueva cerca.
Como informó El Intransigente, la cerca está hecha a partir de madera de avellano tejido a mano. The Daily Mail reseña que el cercado habría costado cerca de 12.000 libras esterlinas que salieron de las arcas de la corona. Se trata entonces de una tercera valla que le sigue a otra hecha de madera común y que impide por completo las vistas del jardín. Tampoco se observa la casa de los royals desde los caminos contiguos.
Las nuevas refracciones en la propiedad real podrían ser un intento de reforzar la seguridad. El fin es garantizar el bienestar de la duquesa y el pequeño Archie, que son los que más tiempo pasan en casa. Recordemos que en mayo de este año varias personas se acercaron hasta 10 metros de la entrada pudiendo tomar fotos del interior de la propiedad.
Los duques dieron una intensa gira por Sudáfrica y crearon polémica a través de un documental. Después de esto anunciaron que se tomarían un descanso de al menos seis semanas para alejarse del foco mediático. De manera tal que se espera que a mediados de noviembre Meghan Markle y el Príncipe Harry tomen un vuelo con destino a Estados Unidos. Ahí pasarían las fiestas con la madre de la duquesa, Doria Ragland.
De acuerdo a la edición británica de la revista Hola!, los duques de Sussex están evaluando seriamente alargar los días de su estadía en Los Ángeles. Planean estar el Día de Acción de Gracias y Navidad en Estados Unidos. De ser cierto, sería la primera Navidad de la pareja lejos del palacio de Buckingham y declinarían la invitación de la reina Isabel II.
