“The Walking Dead” sigue teniendo a todos sus fanáticos en vela, a la espera de una nueva entrega de la aclamada serie de los muertos vivientes. Con algunos spin-off y películas en camino, la producción apocalíptica de Robert Kirkman ha sabido mantener la intriga en sus fans. No obstante, ya comienzan a aparecer algunos comentarios que ponen en cuestionamiento la apariencia de los zombies en las diferentes temporadas que se han publicado desde su estreno en 2011.
Como dijo El Intransingente, en las primeras temporadas, los no muertos podrían haber sido confundidos con personas comunes, aunque no se hayan lavado en mucho tiempo y hayan perdido alguna extremidad ocasionalmente. Sin embargo, a medida que avanzaba la serie, los caminantes fueron decayendo hasta el punto de que las estaciones posteriores los describían cubiertos de musgo, con poco o ningún pelo y apenas un trapo que cubriera su modestia.
Pero esta representación en pantalla ignora un hecho científico crucial, y eso tiene que ver con las bacterias que viven en nuestras entrañas. A través del foro Live Science, un integrante de una funeraria con sede en Texas, explicó cómo la continuación del programa se desvía de los procesos naturales de decadencia en la vida real. Como es sabido, poco después de la muerte, el cuerpo se decolora a medida que la sangre se acumula en otras partes del cuerpo.
Los ojos y la boca empiezan a secarse y retroceder un poco, algo que ha sido capturado bastante bien en “The Walking Dead” hasta ahora. Sin embargo, la mayoría de los caminantes se han saltado la siguiente etapa, donde los cadáveres comienzan a hincharse y a purgarse, despidiendo un líquido oscuro, haciendo caso omiso a este proceso natural. Además la mayoría de los no muertos que hemos visto son sorprendentemente delgados.
Robert Kirkman explicó la razón detrás de este camino ante Comicbook: “Francamente, es difícil hacer que la gente parezca zombis. Para que esos caminantes parezcan reales, tienes que construir cosas, encima de la gente real… empiezas a añadir a la gente de mi tamaño, y bueno… empezamos a vernos un poco demasiado acolchados “.