El lunes pasado se realizó una reunión en el palacio de Sandringham. El objetivo era definir el futuro de Harry y Meghan, tras su decisión de abandonar sus funciones como miembros ‘senior’ de la realeza. La gran ausente fue Markle, que se encontraba en Canadá. Los medios británicos especularon sobre el por qué de su ausencia, a lo que la duquesa negó haber sido vetada por la reina Isabel II.
Como informó El Intransigente, Meghan se encuentra en Vancouver, Canadá junto a su hijo Archie y desde allá su vocero emitió un comunicado para aclararlo todo: “Al final, los Sussex decidieron que no era necesario que la duquesa se uniera”, anunció el portavoz oficial de Meghan y Harry. Además, la actriz negó de esa manera que haya sido “vetada” de participar en la cumbre que reunió al resto de la familia real.
Cabe recordar que recientemente la reina Isabel se manifestó a favor de la decisión de su nieto menor y Meghan de alejarse de la vida en la realeza. “Aunque hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas”, enfatizó la monarca.
La decisión de Meghan Markle y el príncipe Harry de abandonar la realeza y mudarse lejos de la atención mediática ha significado un sacudón en todo el Palacio de Buckingham del que no está exento el padre de él, Carlos. De acuerdo a la prensa local, el príncipe está “herido” luego de conocer que su hijo menor renunció a su lugar dentro de la monarquía, en parte porque él mismo se encargó de financiar en secreto gran parte del estilo de vida que llevaban.
Parte de los fondos que sacó de su bolsillo el padre de Harry y William estuvo destinado a amoblar su hogar en Windsor, como una muestra del cariño hacia la pareja conformada por el benjamín del palacio y la exactriz de Hollywood. Reseñan los medios ingleses que el príncipe Carlos usó parte de sus ingresos privados del ducado de Cornualles para financiar la vida de Harry y Meghan y hacerla sentir cómoda.