Tras la polvareda que levantó la polémica que Steven Spielberg lanzó a la mesa a comienzos de marzo, la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de los Estados Unidos anunció que no hará grandes cambios con respecto a la reglamentación para elegir qué películas serán candidatas a los premios Oscar.
Según publica El Intransigente, la reunión de la junta directiva que se llevó a cabo el pasado martes 23 de abril, decidió mantener el status quo que sostiene que cualquier largometraje puede ser nominado para uno de los mayores premios que ofrece la industria cinematográfica, siempre y cuando tenga una duración de al menos siete días en las salas de cine.
Según la postura de Steven Spielberg, director de grandes películas como «Jurassic Park», «Tiburón» o «E.T. el extraterrestre», las películas que se presenten en servicios de streaming como Netflix no deberían tener la posibilidad de ganar un Oscar, ya que entrarían en la categorías de cintas para televisión y les correspondería competir por un Emmy.
«Apoyamos la experiencia teatral como parte integral del arte cinematográfico, y esto pesó mucho en nuestras discusiones», dijo el presidente de la Academia John Bailey en una declaración. «Nuestras reglas requieren una exhibición teatral, y también permiten que una amplia selección de películas sean sometidas a la consideración de los Oscars» aclaró.
Además, Bailey aseguró que la Academia se reunirá nuevamente para analizar los profundos cambios que se están produciendo en la industria cinematográfica, en donde los servicios de streaming están ganando cada vez un mejor posicionamiento en la mente del consumidor, por encima de las salas de cine.
La polémica se disparó luego de que las declaraciones de Spielberg llegarán justo después de que «Roma», del director mexicano Alfonso Cuarón, se alzará con tres premios de la Academia luego de un estreno limitado en los cines y una presentación a todo trapo en el gigante del streaming. Por ejemplo, en Argentina, la película no llegó a las salas.
El propio Cuarón defendió efusivamente a Netflix con sus premios en mano durante la conferencia post-Oscar. El aclamado cineasta consideró que una pregunta que le realizaron fue «injusta» ya que según considera, una película extranjera en blanco y negro, hablada en español y mixteca, no hubiera durado mucho tiempo en las salas norteamericanas.