Desde que Meghan y Harry dejaron sus deberes como “royals” hay una duda que inquieta al Reino Unido. ¿Quién cuidará de ellos? Ya no podrán gozar de la protección de la guardia real. Es por eso que un grupo de personas se solidarizó con la causa. Se trata de nada más y nada menos que de sus vecinos en Canadá.
Como dijo El Intransigente, los propios residentes de North Saanich, la zona de Vancouver donde se alojan los ex royals, han sido astutos a la hora de implementar medidas de actuación que los protejan. Por ejemplo, una de las solicitudes fue plantar arbustos alrededor de la mansión -una casa de 10 millones llamada Mille Fleurs-. Además, se pidió la instalación de carteles para limitar el tráfico a la zona en las calles que están más cercanas a su casa.
Tras las buenas acciones de los vecinos, Meghan y Harry están pensando seriamente en el proyecto y crear un verdadero “programa de vigilancia vecinal” para resguardar su integridad y la de su bebé, Archie. Pues este fue uno de los motivos que los obligó a salir del Reino Unido, pues la prensa los acorralaba en cada movimiento.
La seguridad de Meghan y Harry
La seguridad de Meghan y Harry fuera de la Corona Británica es uno de los temas que más preocupa a la familia real. Aunque mucho se especuló sobre cómo financiarían su nuevo estilo de vida, el matrimonio demostró que tiene un fructífero negocio en puerta: ser conferencistas. Si bien es un alivio para los miembros del Reino Unido, el gobierno de Canadá emitió un comunicado este jueves que atañe a la pareja.
Ante esto, la Real Policía Montada de Canadá estuvo trabajando conjuntamente con la Policía Metropolitana de Londres, en lo que concierne a la seguridad de los duques de Sussex. Sin embargo, lo hicieron de forma “intermitente” desde el mes de noviembre último, cuando Harry y Meghan decidieron tomar unas vacaciones de sus deberes oficiales y pasar las Navidades y Año Nuevo en los Estados Unidos.
