La comuna chacarera es un apéndice del Gobierno provincial, una suerte de comarca que mantiene Raúl Jalil como si fuera un Sr. Feudal. Lo cierto es que una cosa es sostener a la intendenta Susana Zenteno en esta etapa de pandemia con plata y obras, y otra muy distinta aguantarla en épocas de definiciones políticas. Hasta cuándo, esa es la pregunta clave. Se nota que en Valle Viejo apostaron a un Ángel y aún no saben si les salió Demonio.
Zenteno llegó sponsoreada por el Gobierno provincial de la mano de la exgobernadora Lucía Corpacci. Para ello se puso mucha plata. Con 7 meses de gestión Susana al frente de la comuna chacarera, la Provincia sigue manteniendo a la maestra jardinera que no tiene obras propias y que aun sin recursos se le ocurrió aumentar la plata de funcionarios, algo que contrata demasiado por los altos sueldos y la situación precaria de los trabajadores municipales.
Zenteno no puede arrancar y está tan débil que incluso el Concejo Deliberante con muy poco le pega y la deja temblando. El exintendente Gustavo Jalile hacía sus obras y no contaba con el apoyo económico de la Provincia, al revés de Susana, todas las obras en Valle Viejo hoy son de autoría del Gobierno provincial. La nueva administración municipal ha sido paupérrima y no la salva ni la pandemia.
No solo es llegar sino con quién se llega. La estructura o plantel de funcionarios no está a la altura de las circunstancias. Ser obsecuente es fácil, lo que se requiere es ser eficiente. Con este panorama, las dudas se proyectan a futuro cuando la imagen de Raúl Jalil también esté en juego a sabiendas de que Valle Viejo es el segundo municipio más importante de Catamarca. La preocupación descansa sobre la esperanza tímida de un oficialismo provincial nervioso.
Sin duda el que más capitalizó hasta aquí es el senador José Luis Martínez. A medida que ella se debilita, el legislador se fortalece. Como Susana no cumple, la gente le va a reclamar al legislador chacarero que pide disculpes y sugiere que si él fuera intendente las cosas serían distintas. Para peor, Susana llegó y se olvidó de pagar las deudas con muchos peronistas, o les pagó muy mal. Por si no lo sabe, en política, lo que no se paga hoy, se paga el doble mañana.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija