Se trata del director de la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP) de la provincia de Catamarca, Julio Cabur, quien, en medio de la crisis que afecta a la salud pública, organizó una cena millonaria para celebrar el fin de año y su salida de la institución. De esta forma, mientras la obra social ofrece un servicio deficiente, abandonando en algunos casos a sus afiliados cuando más lo necesitan, su autoridad destinó una importante cantidad de dinero para una fiesta, cuando no hay nada que festejar.
Según pudo saber El Aconquija, en el evento estuvo presente toda la familia de Cabur, que, de una forma u otra, se encuentra metida dentro de la OSEP. Además, contaron con la presencia del diputado provincial y exsecretario de Hacienda y Finanzas, Ricardo Aredes; el actual líder de la cartera provincial de Hacienda, Sebastián Veliz; intendentes como Pío Carleta de Icaño, profesionales de la salud, personal de la legislatura e incluso bomberos. Sin embargo, los empleados de la propia obra social decidieron faltar e incluso a quienes se les había ofrecido traslado y alojamiento gratuito no se presentaron.
Esta podría ser la forma en que los empleados decidieron reclamar por el vergonzoso gasto en esta fiesta, cuando la administración de la OSEP es un grave problema para los afiliados. Desde la atención pública en la sede de la obra social hasta el propio servicio médico prestado son motivos de cuestionamiento, sobre todo cuando los pacientes se encuentran con faltantes de prótesis, demoras en las recetas u órdenes de estudios y falta de pago del alojamiento, todas tareas que debería llevar adelante la OSEP.
Como contra cara de esta realidad, Cabur organizó una fiesta plagada de lujos con dos shows, uno lirico y otro a cargo del grupo “La vaca sagrada”. Además, el menú estaba compuesto por champagne, sushi, paella y cazuela de mariscos, entre otros costosos platos. Asimismo, incluso cuando a los afiliados se les asegura que no hay dinero para mejorar el servicio, en el evento se otorgaron premios monetarios a los mejores compañeros elegidos en cada oficina.
A la hora de dar su discurso, el saliente director de la OSEP, habló de su gestión, alabó su trabajo, sin referirse en ningún momento a los problemas y reclamos de sus afiliados. Asimismo, aprovechó la oportunidad para apuntar contra los gremios, a quienes tildó de obstáculo; y a la prensa, tras acusarla de difamar a la OSEP. Así, mientras los pacientes que cuentan con esta obra social tienen que sufrir la deficiencia de la institución y el abandono, el director cerró el año celebrando una gestión que dejó mucho que desear.
