El precio de los combustibles es en donde mayor impacta la inflación y la suba del dólar. Además influyen la suba del precio internacional del petróleo y la carga impositiva, que a pesar de dividirse en dos partes, el nuevo aumento se hará notar. Todos indicadores tienen como fin el bolsillo del consumidor.
Alrededor de 85% fue la suba que se registra entre enero del 2018 y abril del 2019. Al parecer siempre estaría “atrasado” según los empresarios del sector. Un 8% ya subieron desde los comienzos del 2019 y con la última devaluación, el precio estaría un 6% atrasado con respecto al dólar, según detallan los empresarios.
El acumulado de los indicadores atrasados desde principio de año es de un 20% según los empresarios, que esperan se recuperarán después de las elecciones para mantener la estabilidad hasta ese momento. El sector esta comprometido con la administración de Mauricio Macri que separó en partes los impuestos para aminorar el impacto.
Pero aún queda una suba mayor que se presentará en junio: una suba de un 11,8% de impuestos que afectará a los Combustibles Líquidos (ex ITC) y al Dióxido de Carbono, lo que tendrá un inevitable repercusión en el bolsillo. Además se le sumará una nueva carga: la modificación de la tasa de estadísticas de las importaciones que contribuirá al nuevo precio.
Este impuesto es el menor de todos, ya que se colocará en $1 por litro. “Estimamos que sólo por esta tasa el diesel premium podría subir unos $0,15 por litro” señalan las fuentes empresariales. Si bien es mínimo, sumado a los otros índices generan incomodidad entre los usuarios.
El Gobierno es el que fija el precio, ya que lo hace través de YPF, que tiene el 60% del mercado. Luego de eso, Axion y Shell se adaptan. “Hay un atraso en los precios si tomamos en cuenta todo lo que ha subido el petróleo y el dólar” detalló Raúl Castellano, secretario de la Cámara de Empresarios de Combustible de Córdoba, en diálogo con Infobae.
Aunque aseguran que Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF) no traslada la totalidad de sus gastos al bolsillo de los consumidores. “Es la empresa líder, formadora de precios y controlada por el Estado nacional. En la práctica, cuando hay un aumento, YPF marca la tendencia”, aseguró Castellano.