Después de la noticia de que las prepagas empezarán a ofrecer paquetes parciales de servicios de salud, es decir, de manera low cost, se abrieron múltiples polémicas sobre el tema. En esta línea, algunas opiniones, como la del abogado Christian D’Alessandro, de consumidores libres fueron orientadas a la «precarización en la salud, ya que el Gobierno autorizó a prepagar a dar menos prestaciones».
Las empresas de servicio tuvieron que recurrir a estas posibilidades, con el aval de la superintendencia del sector, porque hubo un fuerte aumento en lo que respecta a estas organizaciones. Así fue confirmado por Héctor Polino, abogado y miembro de «Consumidores libres», «hay fuertes aumentos en las prepagas. Muchos afiliados dieron de baja sus planes. La Superintendencia de Servicios de Salud aprobó estas prestaciones parciales».
Referido a esto, el abogado especificó que «no habrá reintegro integral y las cosas habrá que pagarlas con adicionales». También comentó que se autorizaron nuevos aumentos en la materia, y que, según su mirada, «el Ejecutivo quiere atender los intereses de las empresas más que de la gente».
Esto se debe a que, en determinados momentos, «los consumidores deberían tener voz y voto frente a las posibilidades de aumentos. La salud es un derecho, no un comercio», determinó. Por otro lado, la modalidad va a ser la de un plan de salud de menor costo, con la posibilidad de abonar un pago extra o copago en caso de necesitar la atención profesional cuya especialidad no esté incluida en el plan original.
«Lo que se supo con las low cost de las prepagas lo que hacen es instaurar el sistema estadounidense de seguros de salud, vas a una clínica y para hacerte un chequeo y te cobran, tu seguro es limitado», detalló el abogado previsionalista, D’Alessandro, sobre el verdadero funcionamiento de la nueva versión de las prepagas.
«Es indignante como se degrada la calidad de prestación de los servicios sanitarios para trabajadores y jubilados. A medida que incrementa la edad, suben los costos. Por eso el PAMI está sobrecargado. Con esto se debate entre la vida o el patrimonio. La realidad para los jubilados es muy dura», opinó D’Alessandro.
Siguiendo esta línea explicó que la corrupción viene de abajo hacia arriba, ya que, en todo sistema de salud, es importante que en cada sector estén trabajadores y jubilados vigilando. «Es muy fácil sobrefacturar con la salud. Hay que controlar, tener personas idóneas en los organismos de seguridad social», finalizó.