En un contexto donde las elecciones de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) del 11 de agosto se basarán, según el gobierno oficialista protagonizado por «Juntos por el Cambio», en los índices económicos con los que se lleguen a ese momento. Hasta el momento determinado por una desaceleración de la inflación, estabilidad monetaria y Riesgo país controlado, el Banco Central tomó dos medidas.
En primer lugar, decidió extender el piso de la base monetaria a una fórmula que comprenda dos meses para que a la BM se le sume el promedio de los encajes. El período que abarcará será el bimestre de julio y agosto. El fin de esta decisión es impedir que se produzca un aflojamiento de la política cambiaria durante las PASO, según informa el diario El Intransigente.
En segundo lugar, el BCRA resolvió que conservará la tasa de referencia en una base del 58%, como mínimo, hasta tanto no se conozca la medición de la inflación del mes de junio. Esta decisión fue tomada en el marco de las expectativas que el mercado financiero tiene respecto del futuro pensando en renovar los plazos fijos o dolarizar sus carteras.
Ambas medidas se sumaron a la tomada el último viernes cuando el organismo que preside Guido Sandleris aumentó en 3 puntos porcentuales la porción de los encajes que los bancos y demás entidades financieras pueden destinar a integrar con las Leliq. El BCRA busca que la tasa de las Letras de Liquidez se transfiera al interés que perciben los ahorristas.
El asunto para desvelar son las razones por las cuales el Banco Central decidió llevar adelante estas medidas. Desde, la principal entidad monetaria entiende que la inflación inició una tendencia hacia la desaceleración que no se detendría, sin embargo, su directorio no se muestra confiado como para bajar la tasa de interés desde los elevados niveles en los que se encuentra todavía.
Por otra parte, se produjeron algunas novedades que llevaron preocupación al Gobierno. La agencia de calificación de riesgo Moody´s bajó la nota de 8 grandes compañías empresas, Arcor, Telecom, YPF, Sullair, Holcim, Mirgor, Raghsa y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Otro dato desalentador fue la merma del crédito al sector privado en un 10,1% en comparación con mayo del 2018.
Pero lo que más inquieta es el hecho de que durante los últimos 12 meses se produjo una fuga de capitales por el valor de USD 23.000 millones. Esta es la razón por el cual la semana anterior el BCRA utilizó USD 400 millones en contratos de dólar futuro con el fin de impedir una mayor suba que la que registró la divisa norteamericana que culminó la jornada de cinco días hábiles con una escalada del 1,8% llegando a los $43,70.