Después de perder las elecciones de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) por un resultado cercano al 15%, desde el Gobierno se reconoció que sería inminente la renuncia del Jefe de Gabinete, Marcos Peña. Esto se debe a que en el oficialismo buscarán darle un giro de timón a una realidad electoral que está noche pegó fuerte en las huestes de la administración que no esperaba lo sucedido.
En ese sentido, el hasta ahora hombre fuerte del presidente cargará de aquí en más con la pesada mochila de haber sido él el encargado de predigitar todas y cada unas de las estrategias en materia política. Es por ello que le pedirían la renuncia para no tener que verse obligados desde juntos por el Cambio a tener que despedirlo, según informó el diario El Intransigente.
En base a los resultados conocidos esta noche, los cuales mostraron una contundente derrota de Cambiemos tanto en la decisiva provincia de Buenos Aires como a nivel nacional. Se le endilga, en primer lugar, el haberse aferrado al capricho de sostener a Mauricio Macri como el elegido para ir en busca de la mentada reelección.
Corrientes internas dentro del mismo oficialismo deseaban que fuera la mandataria bonaerense la que desplazara de la precandidatura al líder del espacio. Esta postura estaba basada en la lógica política ya que la imagen negativa del presidente siempre fue bastante alta y la positiva nunca superó el 30% según las encuestas.
En esa línea, la Gobernadora del distrito más populoso del país es quien mejor imagen positiva recoge entre todo los electores del país. Sin embargo, Marcos Peña se empeñó tozudamente en sostener a su jefe. La especulación siempre pasó por el hecho de que sólo el líder del PRO lo sostenía frente al resto de los otros dirigentes.
Además, fue el propio Jefe de Gabinete el que impidió desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Su mezquino objetivo fue que no se salvara sola María Eugenia Vidal y que cargara ella con la suerte del propio Mauricio Macri para bien o para mal. Y el traspié con Axel Kicillof demuestra lo errado que estaba.
Pero también, Marcos Peña es el padre de la derrota porque manejó encuestas que a la postre mintieron siempre y él se encargó de transmitirles esta falacia al resto de su Gabinete. A todos los ministros que integran su espacio les comunicó en todo momento que de mínima ganarían en el día de hoy o que empatarían. La única verdad es la realidad.