La causa por el crimen de Fernándo Báez Sosa sigue sumando capítulos todos los días, y de a poco van apareciendo nuevos testigos del violento ataque. En esta ocasión, la que prestó declaración fue una joven de 17 años que trabajaba en el boliche Le Brique. La muchacha expresó que tenía miedo de dar su versión por las represalias que podían venir de los familiares de los rugbiers.
El pasado sábado 18 de enero por la madrugada, se generó una trifulca dentro del boliche Le Brique de Villa Gesell y la seguridad sacó a un grupo de 10 rugbiers y a Fernando Báez Sosa. Luego de esta expulsión, los deportistas fueron a buscar al joven de 19 años y lo asesinaron a golpes. La justicia actuó de manera rápida y todos los sospechosos quedaron detenidos por la muerte de este muchacho.
Los diez rugbiers permanecen alojados en la Unidad Penal de Dolores en una celda con camas cuchetas y un único baño, separada del resto de la población carcelaria. Los detenidos son Luciano Pertossi, de 18 años; Ayrton Viollaz, de 20; Matías Benicelli, de 20; Alejo Milanesi, de 20; Blas Cinalli, de 18; Juan Pedro Guarino, de 19; Máximo Thomsen, de 20; Enzo Comelli, de 19; Ciro Pertossi, de 19, y Lucas Pertossi, de 20.
Este viernes dio su declaración la testigo de 17 años de nombre Tatiana y en diálogo con los medios dijo: “Los rugbiers se limpiaban las manos y la ropa manchada de sangre, se fueron muy tranquilos, se cruzaron con policías pero no los retuvieron ni nada. Yo quedé con miedo sinceramente, no quiero salir a la calle a la noche, mi mamá me está acompañando porque tengo pánico, no sé si la madre de uno de esos pibes puede pagarle a alguien para que me maten”, señaló.
A su vez, agregó: “Eran diez enfermos contra un pibe porque les tiró un vaso adentro, Fernando pedía por favor que pararan, que le dolía, hasta que murió”. Además, la madre de Tatiana contó a la señal de un canal nacional que la chica recibió mensajes con amenazas para que deje de hablar sobre lo que presenció durante la noche de la brutal golpiza.
Fuente: NA