Esta era una semana clave para la reestructuración de la deuda de Argentina. El gobierno tenía hasta el 22 de mayo para presentar una oferta y no caer en default. A pesar de esto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la negociación “continuará más allá del viernes”. A su vez, el funcionario del Gabinete nacional, aclaró: “El acuerdo tiene que ser exitoso para ambas partes”.
El próximo 22 de mayo vence el nuevo plazo que fijo el gobierno para aceptar la oferta para canjear 67.000 de dólares en deuda. Tras haber alcanzado poca participación en el primer llamado, que caducó el 8 de mayo pasado, la Argentina extendió el plazo de la propuesta. Logró que los acreedores presenten tres contraofertas, con el objetivo de que se acerquen un poco más a la propuesta oficial.
También vence el plazo límite para pagar vencimientos por 503 millones de dólares de bonos con legislación extranjera. Originalmente debían ser abonados en de abril. Esto puede determinar una situación de default para el país. “La fecha del 22 de mayo es anecdótica; estamos en un proceso de negociación para alcanzar un acuerdo. Perdimos el acceso al finaciamiento”, aclaró Guzmán.
Según la opinión de especialistas y de funcionarios relacionados con el tema deuda, el próximo viernes se produciría un default técnico, debido a la imposibilidad de la Argentina de procesar la operación en el cortísimo plazo. “El acuerdo tiene que ser exitoso para darle a la Argentina las condiciones para ponerla de pie”, dijo Guzmán. Sin embargo, el mismo recalcó que “Nuestro país no puede tener condiciones diferentes que no conduzcan al crecimiento económico”.
Guzmán remarcó que “para nosotros el déficit fiscal es una variable crucial” y, si bien reconoció que el coronavirus empeoró la situación de “paciente enfermo” en la que se encontraba la Argentina, indicó que parte de este déficit se está financiando con el mercado de pesos”, que el gobierno comenzó a revitalizar. “Es insuficiente, pero se necesita tiempo, eso no se hace de un día para el otro”, consideró