Las 300 mil dosis contra el coronavirus en Argentina arribaron de Rusia el 24 de diciembre y luego comenzó la distribución. De la misma se encargó la empresa Andreani y se utilizaron: cámaras de frío con temperatura controlada; semirremolques acondicionados para productos biológicos refrigerados; y cajas con placas eutécticas, estos son algunos de los equipamientos que requirió el operativo.
“La vacuna del Covid-19 Sputnik V requiere ser refrigerada a temperaturas de entre -18° C y -20° C en las etapas de su logística. Por eso acondicionamos la cámara de frío de nuestra Planta Avellaneda al igual que los semirremolques súpercongelados”, comentó Lucas Capuano, de Andreani. El operativo comenzó desde el aeropuerto de Ezeiza el 24 de diciembre.
“El almacenamiento se hizo en una cámara de frío especialmente acondicionada a -20° C de temperatura. Se almacenó y gestionó la información de stock de la cantidad de vacunas recibidas contra el coronavirus en Argentina. Una vez recibida la confirmación de organismos nacionales, se quitaron las dosis de la cuarentena para avanzar en la preparación”, agregó en diálogo con Télam.
Al momento de la distribución se ocuparon 600 conservadoras de telgopor de 60 litros, refrigeradas a través de 31 placas congeladas. Estas garantizaban la estabilidad térmica y permitían hasta 60 horas de autonomía. Además, en cada conservadora se encontró un DataLogger, este dispositivo electrónico registra la temperatura de cada conservadora con vacunas.
Por otro lado, el integrante del Estado Mayor del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, Pablo Garbini, aclaró su rol. Comentó que no están abocados a la distribución, aunque participan en el programa de vacunación contra el coronavirus en Argentina. Las fuerzas pusieron a disposición vehículos, instalaciones militares, helicópteros y cuatro aviones Hércules.
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