Meghan Markle vuelve a ser el foco de muchos ojos, esta vez por el atuendo que lució en uno de sus eventos sociales. La duquesa de Sussex asistió recientemente a una mesa redonda sobre igualdad de género con The Queen’s Commonwealth Trust (QCT) y One Young World en el Castillo de Windsor. Una ocasión en la que ha vuelto a demostrar su confianza en una tendencia muy potente llevando una falda estilo lápiz de cuero en color rojo.
Sin embargo, la vestimenta que la esposa del príncipe Harry ha usado en esta ocasión guarda un detalle que ha causado curiosidad en más de uno. Resulta ser que a tan solo 24 horas antes de Meghan usar este look, el vestido ya había sido visto en nada más y nada menos que doña Letizia, quien también estrenaba esta prenda que lleva el sello de la firma alemana Hugo Boss, y con el que la Reina española consiguió triunfar esta misma semana en su viaje por Seúl.
La pollera con silueta lápiz es una prenda de temporada que se encuentra disponible en la tienda online, BOSS Hugo Boss, por un costo de 426 euros. De acuerdo a las características aportadas por el sitio web, la pieza es “elegante y confeccionada en piel de cordero con una sensación súper suave. Posee un corte recto para una silueta favorecedora”.
La compañía de esta marca incluso da recomendaciones de cómo combinar esta prenda: “con una blusa elegante o camiseta llamativa”. En el caso de Meghan Markle, optó por acompañarla con un jersey en tono rojizo, concretamente, un tono burdeos. Mientras que doña Letizia, por su parte, prefirió acompañarlo con una prenda de tendencia, una blusa blanca con mangas puffy.
Para completar el look, la duquesa de Sussex usó unos tocones puntiaguados de tacón fino y en color rojo, similar al calzado que llevara puesto la esposa del rey Felipe. No cabe duda de la semejanza existente entre la vestimenta que eligieron ambas celebridades, lo cual ha sido razón suficiente para llamar la atención nuevamente de la prensa. Un punto menos a favor de Meghan, quien precisamente ha declarado recientemente su deseo de alejarse del ojo público por un tiempo.