El carisma de la cantante mexicana Thalía sigue intacto. Esta vez, sorprendió a sus seguidores tras convertirse en tendencia con un nuevo reto viral. Su recordado hit “arrasando” fue cantado por ella de una forma particular, que dejó ver si talento para los trabalenguas. Thalía compartió el video en su Instagram, seguido por miles de usuarios. En el Intransigente se informó sobre el tema.
“Que sube que baja que no se qué pasa / Que la condición humana va acabando con la raza /Cuando triunfas en la vida va creciendo mas la envidia / Vas sintiendo cuando subes que te dan zancadillas/ Recuerda también que no sabes qué lobos están a tu lado/ Pues les va de maravilla, la apariencia mas sencilla/ Nunca faltan los gorrones para ir de reventones/ Mas cuando los necesitas, no les ves ni los talones/ Recuerda también que son tantos los celos que me hacen cosquillas/ Que si engordo, que si enflaco, que si no tengo costillas/ Hoy tengo respuesta a cualquier encuesta/ Pues yo sigo caminando y también sigo arrasando”, expresó Thalía.
Este video se hizo viral de inmediato. Todos sus seguidores empezaron a compartir la publicación tanto en Instagram como en Twitter y dejaron varios comentarios graciosos. Pero más allá de eso, se creó el hastag #ArrasandoChallenge y el mismo le dio una vuelta al resto de las redes, lo cual fue suficiente para que los fanáticos intentaran imitarla.
La forma con la que la cantautora fluyó su tema y la rapidez que le metió a cada verso, hizo que se le comparara con una rapera. Incluso, algunos seguidores le dijeron que se asemejaba mucho a Eminem, el rapero estadounidense que siempre está dando de qué hablar y que incluso, es considerado una de las principales referencia a nivel internacional.
Con respecto a Eminem, todo indica que la espera acabó. Los fanáticos del buen rap pueden ir haciéndose una ilusión. Marshall Bruce Mathers, mejor conocido en el mundo artístico como Eminem, está trabajando en el lanzamiento de un nuevo disco. Al menos así lo dio a entender su colega y amigo personal 50 Cent. Por lo que podría significar el resurgimiento de la constancia que tanto caracterizó al norteamericano hace una década.