Con 26 años recién cumplidos, el hijo de Gustavo Cerati tiene una importante carrera musical. Ya tiene tres álbumes presentados con su proyecto “Zero Kill” y actuó en festivales de gran renombre como el Lollapalooza en Buenos Aires o el Ruido Fest en Chicago. En una entrevista para la revista Perfil, Benito Cerati contó cómo la música lo salvó de la depresión.
Según El Intransigente, el cantante dijo: “Los 26 me llegan muy bien, hice todo lo que quería hacer. Borges dijo: ‘Lo que quiero ahora es paz, amistad y la sensación de amar y ser amado’. Y es lo que tengo. Este verano le daremos forma a un nuevo disco. Será un disco corto, de ocho canciones”. También habló de su rol como profesional.
“No puedo rotularme solo como músico, me gustan las expresiones en general, soy una persona muy sensible, entonces necesito descargar por algún lado y la música es donde más fácil acceso tuve toda mi vida, y donde mejor siento que expreso. Soy una persona que está sintiendo todo el tiempo y no reprimo nada, estoy siempre sacando para afuera, entonces, que algo de eso vaya a la música me sirve. Mis discos marcan los períodos que estoy transitando. Y mi psicoanálisis también. Siempre supe que iba a hacer música, es como una cosa que tenía a mano, y quería hacerlo y listo”.
“Lo único que me salvó fue hacer música”
Benito reconoció que cada composición suya se dio en momentos muy antagónicos. “En mis tres discos estuve muy distinto. En el primer disco, muy angustiado, no era una buena época de mi vida, y no lo fue por mucho tiempo. Estuve depresivo, no me podía levantar de la cama, y lo único que me salvó fue hacer música, hacer algo propio. No estaba esperando que la gente me escuchara, la gente quería escucharme y yo no quería. Mi segundo disco fue feliz. Empecé a estar bien en lo personal, estaba contento, había empezado a crecer. Y el tercero, Unisex, fue como: ‘OK, no solo estoy bien, sino que también estoy afirmado en quién soy’”, aseveró.
Por último, al ser consultado sobre su popularidad, Cerati fue contundente. “No tengo una ambición con serlo. Tampoco voy a caer en la esnobeada de decir ‘solo quiero ser de nicho’. Ni ser nicho ni ser popular, me interesa que eso se conecte con quien tiene que conectarse. Si es de nicho es de nicho, si es popular es popular; a mí me cuesta pensar en términos estratégicos, que sea lo que tiene que ser. Yo no sacrifico mi originalidad por absolutamente nada, incluso si la originalidad solo la podemos entender mi mamá y yo. Es la mejor forma que más bien me hace, y si cada día se genera una bola de nieve, que cada día tiene más gente que se va sumando, está buenísimo”, concluyó.