Camila Cabello es, sin duda, una de las cantantes más sonadas de estos últimos tiempos. Con tan solo 22 años de edad, Camila ha sabido forjar una carrera artística impecable, no sólo en la industria musical, sino también en su más reciente debut como actriz. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para la cantante, de nacionalidad cubana, quien tuvo que superar junto a sus padres la dura realidad de ser emigrantes.
A pesar de todo, Camila logró hacer historia. Como informó El Intransingente, la artista vendió cinco millones de copias de su álbum debut; inauguró los premios Grammy de este año y, junto a al cantante canadiense Shawn Mendes, su novio, lanzó el sencillo más reproducido de este año: “Señorita”. En una reciente nota para la BBC, la vocalista habló de su carrera e hizo grandes confesiones.
“Estaba como asustada cuando era pequeña”, confesó. “Era súper tímida. Me abrumaba fácilmente. No quería que la gente me mirara cantar. No quería que la gente me pidiera que cantara”, aseguró. Luego se refirió a su infancia y la dura lucha de sus padres por sobrevivir día a día. “No creo que te des cuenta de eso cuando eres niño. O eres feliz o no lo eres”, reflexionó.
“Recuerdo haber estado en el trabajo de mi madre durante el verano, debajo de escritorio jugando, y para mí eso era divertido. Cuando eres un niño, todo lo que necesitas es tu imaginación”, rememoró. Entonces, habló sobre su ingreso en la música y declaró ser fanática de Taylor Swift, Ed Sheeran y, especialmente, Free Fallin’ de John Mayer. “Me encantaba ir a YouTube y cantar karaoke y ver videos de One Direction. Me escapaba dentro de la música”, remarcó.
Aunque era muy tímida, a sus quince años les pidió a sus padres que la llevaran a una audición para el programa de televisión musical Factor X, donde quedó como “suplente”. “Estaba a punto de subir al escenario, con el micrófono en la mano, y me decían, ‘No, lo siento’. Finalmente un productor se compadeció porque estaban cansados de verme decepcionada”, continuó. “Realmente no sabía si podía hacerlo. Recuerdo que nunca había estado más nerviosa en mi vida. Y luego, en el escenario dije: ‘Dios mío, me encanta. Hay tanta emoción en esto’”. Y el resto es historia para la cantante.
