Tras la renuncia del ex príncipe Harry y Meghan Markle a sus funciones en la realeza, la reina Isabel II se pronunció al respecto. La mujer le pidió a sus colaboradores más cercanos que encontraran una solución viable lo antes posible. La decisión de la pareja no tiene precedentes y la Familia Real no se la tomó para nada bien.
Según dijo El Intransigente, hasta ahora lo único oficial es que los duques dieron a conocer el pasado miércoles que renunciarían a sus funciones como integrantes de la realeza británica. Además, y como si fueran poco, manifestaron su pronta intención de independizarse económicamente para residir entre el Reino Unido y Canadá.
“La decisión no fue aprobada por nadie. Se rompe todo el protocolo. Esta es una declaración de guerra contra la familia. Hay enojo por cómo han hecho esto sin pensar en las implicaciones para la institución. La reina está profundamente molesta”, le reveló un vocero cercano al Palacio Real al diario británico The Sun.
Por su parte, la historiadora británica Elizabeth Norton le dio una nota esta semana a la agencia Télam y aseguró: “La resolución del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle de renunciar a sus funciones como integrantes de la realeza británica, que no tiene casi precedentes, será muy impopular tanto dentro de la familia real como para el pueblo británico”.
“Si mantienen sus títulos, su residencia real en Frogmore Cottage, la ciudad de Windsor y siguen recibiendo fondos del Estado para pagar su protección, es probable que se enfrenten a críticas. Al igual que cuando tampoco lleven a cabo un número sustancial de compromisos”, remarcó además la experta.