Dos de las hermanas Kardashian, Kylie y Kendal Jenner, fueron demandadas por una marca de ropa interior. Las menores del clan tienen una línea de ropa llamada “Kendall + Kylie“. El problema es que usaron un bordado que ya había sido registrado por esta marca. Eso las llevó a ser acusadas de apropiarse del diseño. Las imágenes de las dos empresas son idénticas.
Como informó El Intransigente, Klauber Bros., está señalando a las famosas hermanas de haberles robado la idea que tenían ya registrada. La compañía está exigiendo a Kylie y Kendall una cuantiosa indemnización por la presunta violación de leyes de derecho de autor. Aunque de momento el juez de la causa no se ha pronunciado sobre la posible admisión o no a trámite, donde deberían incluirse la totalidad de los beneficios económicos resultantes de la venta de la línea ‘Kendall + Kylie’.
Cabe recordar que no es la primera vez que las hijas menores de Kris Jenner se ven envueltas en un escándalo legal por uso ilícito de elementos visuales que son relacionados a la imagen de otra persona. Hace dos años las chicas pusieron a la venta varias remeras con las carátulas de varios álbumes icónicos de la cultura pop que fueron alteradas para incluir las figuras de ellas. En aquel entonces solo se evitó una disputa legal retirando los productos y ofreciendo disculpas.
Corre la tercera semana del año y ya Kylie Jenner con su hija Stormi son noticia otra vez, con todo y que van dejando la estela de los 10 millones de “likes” que alcanzó su publicación el 25 de diciembre, cuando lucieron una pijama de Navidad a juego de la firma Ralph & Russo, ahora están dando de qué hablar pero con una carga controversial. Resulta que la celebridad de 22 años anunció una nueva colaboración.
Por ende, lo que dejó atónitos a sus seguidores es que el nuevo proyecto está asociado a su hija, quien está por cumplir 2 años. La propia Kylie fue quien reveló los detalles, pues ya prepara la nueva colección de San Valentín para Kylie Cosmetics, y será la pequeña de rulos quien esté al frente de la campaña, aunque esto podría costarle una factura bien alta. La opinión pública rechazó que la niña incursionara en el mundo “beauty”.