Después del “Megxit“, Kate Middleton y el príncipe William, no se preocuparon mucho. Mientras el Reino Unido lamentaba la partida de Meghan Markle y el príncipe Harry, los duques de Cambridge se vieron beneficiados. Su ida a Canadá trajo cambios al anticuado protocolo del reino. ¿Cómo afectó esto a los duques?
Según El Intransigente, todo apunta a que las ventajas que los duques de Cambridge pueden sacar de esta situación son económicas. Pero la realidad es que los beneficios van más allá y podrían ser alentadores. A raíz de su distanciamiento, las reglas del Palacio se aligeraron. ¿Las evidencias? Anteriormente, el protocolo real establecía que Kate y William no podían manifestar ningún contacto físico en público. Sin embargo, esto cambió recientemente. Pues los monarcas sorprendieron a la audiencia con muestras de afecto.
Ante este nuevo e inesperado panorama, la experta en temas de la realeza británica, Judi James le explicó al medio The Sun: “William y Kate parecen estar dando más señales y toques no verbales a su rutina post-Megxit. Aparentemente entendiendo que pueden superar un poco los límites sin sufrir intereses y críticas obsesivas. Como resultado, estamos viendo un aumento de los rituales que muestran la diversión y el amor pero sin comprometer la tradición real”.
No cabe duda, el ejemplo de rebeldía o modernización que impusieron Meghan y Harry dejó una huella imborrable entre Kate Middleton y el príncipe William. Entonces, nace la siguiente interrogante: ¿es el fin de una era estricta dentro del Palacio de Buckinhgam? ¿O se trata de un momento transitorio en la realeza? Lo cierto es que tanto la ex actriz como el nieto menor de Isabel II, poco a poco van en busca de su independencia económica.
Después de ser catalogados como “hipócritas” y “falsos” por los medios ingleses, Meghan y Harry viajaron en un avión comercial justo el Día de San Valentín. Y aunque ambos se vieron felices y sonrientes, su forma de vestir generó ruido. Por ejemplo, en el caso de la ex actriz, lució un pantalón, una camisa y una chaqueta. Mientras que el hijo de Diana de Gales optó por un jean, una camiseta, un gorro y unas zapatillas.