Además de sus títulos, Harry y Meghan dejarán sus deberes como miembros de la realeza, y con esto, gran parte de los beneficios de ser un “royal”. Ya no recibirán los fondos públicos que los sostenían, por lo que ambos resolvieron desempeñarse como conferencistas. Lo que los preocupa es su seguridad. Ya no los resguardará la guardia real.
Como dijo El Intransigente, ante esto, la Real Policía Montada de Canadá tomó acciones junto con la Policía Metropolitana de Londres. Sin embargo, lo hicieron de forma “intermitente” desde el mes de noviembre último, cuando Harry y Meghan decidieron tomar unas vacaciones de sus deberes oficiales y pasar las Navidades y Año Nuevo en los Estados Unidos.
“Como el duque y la duquesa son actualmente reconocidos como personas internacionalmente protegidas, Canadá tiene la obligación de proporcionar asistencia de seguridad según sea necesario. La asistencia cesará en las próximas semanas, de acuerdo con su cambio de estatus”, dice el comunicado del Gobierno.
En otro comunicado emitido, esta vez, por el Palacio de Buckingham, se aclaró que “no comenta los detalles de seguridad (pues) existen procesos independientes bien establecidos para determinar la necesidad de seguridad financiada con fondos públicos”. De esa manera, Meghan y el príncipe pagarían de su bolsillo los gastos de su seguridad personal.
Según la prensa local, recurrirían a un modelo similar al que usó el ex primer ministro laboralista Tony Blair. Además, en este mecanismo, los duques reembolsarían a los contribuyentes la protección proporcionada en sus compromisos comerciales que no estén relacionados con la realeza.