Jimena Barón pasa la cuarentena en absoluta soledad. Si bien en el primer mes estuvo con su hijo Morrison, ahora el menor está conviviendo y bajo el cuidado de su padre, Daniel Osvaldo. Eso fue porque el Gobierno nacional autorizó a que los hijos vivieran una semana con cada progenitor cuando están separados. Ese es el caso de la cantante y del futbolista. Pero parece que la visita se va a extender. Momo (como le dicen al niño) se mostró más cómodo en la casa del jugador de Banfield que en el departamento de su madre.
“No puedo competir con la casa de mi ex. Por ende mi hijo no quiere volver a mi casa porque no tengo pasto, ni metegol, ni pool, ni una mierda”, dice. Se la escucha hablar muy enojada fuera de cámara, mientras se enfoca abriendo una botella de vino tinto. La furia en su voz va creciendo mientras enumera las comodidades de las que está disfrutando Momo ahora, más allá del derecho del padre a que esté con él.
“Estoy acá, sola. No puedo juzgarlo porque, con el humor de mierda que tengo, tampoco le voy a exigir que venga a pasar la cuarentena conmigo”, admitió Barón. En la imagen de su cuenta en Instagram @jmena, donde tiene casi 6 millones de seguidores, hay sobrescritos. Se lee: “si, estoy hablando con una botella, pero estoy bien” y luego “yo tampoco pasaría la cuarentena conmigo, eh”. La escena se desarrolla en la mesada de la cocina de su departamento, con el calefón de fondo.
Va a tomar vino todas las noches
“Pero si la pregunta es si voy a tomar vino todas las noches, entonces la respuesta es que sí. Esta es una decisión, hay gente que empieza astrología on line; hay gente que empieza terapia on line; hay gente que lee; hay gente que medita… Yo voy a tomar vino todas las noches”, agregó la intérprete de “La cobra”. “Ahí está, ahí va” dice, mientras termina de servirse. En las leyendas escribió “Le sigo hablando a la botella, ya sé”, “besis” y “adiosito” para concluir su mensaje de poco más de un minuto. La imagen final es de parte de su cara detrás de la copa llena hasta la mitad de su capacidad.
Durante toda la cuarentena, Jimena se mostró muy activa en las redes sociales, donde compartió con sus miles de seguidores distintos estados de ánimo. También subió fotos suyas y con su pequeño hijo e interactuó cuando recibió comentarios o críticas. Algunas de ellas se produjeron cuando salió a la calle con Momo, semanas atrás, para hacer compras. En ese momento, se defendió ante los cuestionamientos afirmando que era una madre que vivía sola, sin compañía y que no iba a dejarlo encerrado hasta que volviese.