Ayer, desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó que se simplificarán los trámites que deberán realizar las entidades religiosas para poder tener acceso a la exención del Impuesto a las Ganancias. De acuerdo con esto, las organizaciones no tendrán que deberán presentar balance ni declaración jurada y serán certificadas por la Secretaría de Culto que depende de la Cancillería.
El organismo nacional explicó a través de un comunicado, que se facilitará la tramitación del certificado de exención en el Impuesto a las Ganancias para aquellas entidades reconocidas por la Secretaría de Culto, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación. Esta exención surge de la Ley 24.483 y del Decreto 1092/97, según informa el diario El Intransigente.
A las entidades, solo se les exigirá en adelante, el certificado oficial emitido por el Ministerio que luego deberán presentar en la AFIP. A partir de esta disposición, que se conocerá en los próximos días, ya no estarán sujetas a la presentación respectiva de balances específicos ni declaraciones juradas para responder por Ganancias.
Este dictamen de la institución nacional que alcanza a la calidad de contribuyentes de las religiones es resultante del diálogo permanente llevado adelante en los últimos meses entre la Secretaría de Culto de la Nación, autoridades de diferentes cultos, iglesias, confesiones y comunidades de fe existentes en territorio argentino y la AFIP.
Según da cuenta la información gubernamental disponible para la consulta, la Secretaría de Culto se encarga de los vínculos entre las entidades religiosas y el Estado Nacional Argentino. Por ello, se alienta una «política activa en materia de fortalecimiento y promoción de la libertad religiosa, como así también de diálogo interreligioso e intercultural».
Además, el área tiene competencia «en la formulación de políticas referidas a las relaciones de la República Argentina con la Santa Sede y con la Soberana y Militar Orden de Malta. Actuamos en asuntos referentes a las relaciones del Gobierno con la Iglesia Católica Apostólica Romana en Argentina».
Finalmente, se encuentra a cargo de «actuar frente a las solicitudes de reconocimiento e inscripción de las Iglesias, Confesiones, Comunidades o Entidades Religiosas presentes en el territorio nacional» sumado a la intervención «en la planificación y desarrollo de los objetivos y estrategias correspondientes para posicionar internacionalmente a la Argentina como Estado comprometido con la paz, la libertad religiosa, la diversidad y el diálogo interreligioso».