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Más de la mitad de los trabajadores temen por su empleo

El coronavirus no solo afectó a la salud, sino que también está teniendo un gran impacto en la economía de la nación

Trabajadores

El coronavirus no solo afectó a la salud, sino que también está teniendo un gran impacto en la economía de la nación. Por esta razón, el gobierno argentino viene implementando diversas medidas para impedir que se pierdan trabajos, pero estas no alcanzan. En este contexto, la consultora Randstad realizó una encuesta. Reveló que más de la mitad de los trabajadores temen perder su empleo por la pandemia.

El estudio revela que el 51% de los trabajadores argentinos cree que perderá su trabajo. Esto si la evolución del negocio de su empleador se ve seriamente afectada por la crisis de Covid-19. El 64% de los argentinos está preocupado por el impacto negativo que la pandemia pueda tener sobre su seguridad laboral. “Es lógico que el humor social se vea afectado”,  dijo Andrea Ávila, CEO de Randstad.

Tanto las organizaciones como los trabajadores tuvieron que adaptarse a una nueva realidad laboral. Esto con una velocidad impensada. El 82% de los encuestados en Argentina asegura haberse adaptado a la situación generada por la pandemia. Al tiempo que el 59% de los trabajadores siente que la crisis por coronavirus tuvo un impacto negativo en su trabajo. El estudio también avanza sobre la percepción que tienen los empleados respecto de la actitud de contención adoptada por las empresas.

En este sentido, el 80% de los trabajadores siente que su empleador está cuidando el bienestar emocional de sus colaboradores durante la pandemia. Asimismo, el 68% de los participantes afirma que tiene regularmente reuniones virtuales de equipo a través de videoconferencias. Esto con el objetivo de mantenerlos informados y alineados. El 85% de los consultados afirmó que se siente equipado para enfrentar el nuevo formato

“Que el trabajo se desarrolle en el hogar y la falta de las barreras o límites que implican el traslado a la oficina, provocan muchas veces que la línea que separa la vida laboral y personal se desdibuje, generando la sensación de que nunca se termina de desconectar de las obligaciones laborales”, dijo Ávila. “Desde las organizaciones tenemos que acompañar a nuestros trabajadores”, concluyó.

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