El prefecto Guillermo Horacio Galván está a cargo del Penal luego la renuncia del Director Daniel Romero. Los guardiacárceles y los internos creían que las cosas iban a mejorar pero en realidad, empeoraron. Una curiosa jugada hizo Galván para el Día de la Madre, pretendía hacerles firmar una Declaración Jurada al personal del Servicio Penitenciario aislado en el Hotel Inti Huasi para que vayan a sus casas a festejar con sus mamás. Sin que incluso se les haya descartado covid-19 (no habían completado la cuarentena) desligando así a la institución de las consecuencias sanitarias posteriores.
Tras los casos detectados de coronavirus en el Penal, tanto en empleados como en internos, las autoridades no saben cómo dibujarla o cómo zafar. Por supuesto, no es suficiente con la renuncia de Romero. Muchos guardiacárceles afirman que se contagiaron trabajando y desconfían de las secuelas. Si sobreviven, recordemos que hay casos críticos en el Monovalente “Malbrán” de la capital de Catamarca. Responsabilizan a las autoridades por la desidia y quieren dejar bien sentado en los papeles cómo llegaron a esa situación. He aquí la puja.
Por su parte los presos también advirtieron que harán una denuncia judicial para ir contra el Estado. Consideran que hay internos de riesgo que no tienen garantizada las condiciones sanitarias mínimas y que los responsables de velar por la salud de los condenados directamente se ausentaron o brillan por su ausencia. La preocupación se extendió a los familiares de los presos que materializaron ese reclamo en la calle.
Según pudo saber El Aconquija, Galván no llamó nunca por teléfono a los guardiacárces y al personal del Servicio Penitenciario aislado en el Hotel Inti Huasi pero mandó a preguntar si querían irse a sus casas para festejar el Día de la Madre. La invitación irresponsable tenía por objeto hacer un quiebre para desligar sanitariamente a la institución Penal atento a que administrativamente y legalmente no saben cómo dar respuesta y contener el brote de contagios en un ámbito dónde se insistía que potencialmente estaba descuidado. En cuanto a la respuesta de los efectivos, la mayoría dijo que no iba a ir a ningún lugar hasta que no se descarte definitivamente covid-19. Esto para no poner en riesgo a la familia y sobre todo a sus propias madres.
Romero se cansó de salir en los medios oficialistas a decir que estaba todo bajo control. Incluso Radio Valle Viejo transmitió en vivo desde el lugar antes de los casos confirmados de coronavirus para dejar constancia que era una “cárcel modelo”. Esto hasta que el director del Penal tuvo que dar un paso al costado pero cuando era demasiado tarde. Romero no se fue por razones personales, se fue porque la situación lo superó. Además, cuando dejó el cargo disparó una feroz interna por la sucesión en el mando, pero, esa es información para otra nota.
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