Vecinos indignados porque estaban de parranda en la Comisaría de Hualfín. En el video casero grabado por una persona de la zona se escuchan gritos y palmas que salen del edificio público. Parece que el Sr. Ministro de Seguridad, Gustavo Aguirre, y el Jefe de Policía, Ángel Agüero, desconocen que en el interior provincial las Comisarías son un descontrol. Si bien no hay que meter a todos en la misma bolsa, sobran contraejemplos en la Fuerza policial.
Sin ir más lejos, hace un par de semanas, El Aconquija publicó el reclamo de ciudadanos de Antofagasta de la Sierra donde vecinos en un video le recordaban al uniformado que él mandaba a comprar Fernet para tomar dentro de la Comisaría, más precisamente en El Peñón. En otras palabras, le reclamaban interrumpir una fiesta privada cuando ellos mismos convertían la Comisaría en un boliche, olvidándose de guardar cordura en el ámbito laboral.
También es cierto que en el interior los uniformados son más propensos a obedecer órdenes de los intendentes, la autoridad más inmediata. Sea por un intercambio de favores cuando el policía está en aprieto económico, o porque los jefes comunales solucionan problemas de insumos y comestibles a los uniformados para el funcionamiento de las Comisarías atento al descuido de Provincia. El que pone la plata, manda y dispone.
El deterioro de la fuerza policial se debe fundamentalmente a la politización de la institución. Se llegó al punto de pretender realizar con agentes un censo político con información que debería recabar cada comisaría. La maniobra se cayó cuando se hizo pública por parte El Aconquija. Asimismo, la institución ha sido noticia por reiterados hechos de corrupción con repuestos de vehículos, pago de doble seguro de patrullas tiradas, vales de combustible, zona y vivienda, violencia de género pero aun en funciones, etc, etc.
Hualfin y Antofagasta son dos casos publicitados pero sin duda el interior necesita un reordenamiento. El abuso de autoridad es moneda corriente. En El Peñón, los policías alumbraban con una linterna apuntando a los ojos de los vecinos que fueron a reclamar. Si bien los echaron de la Comisaría, tuvieron que soportar que los vecinos les refregaran en la cara que pretendían hacerse los serios cuando era vox populi que organizaban alta joda en la Comisaria. Ídem en Hualfín.
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