Luego de que se conociera un video casero donde un taxista que fue apuñalado sin éxito por un delincuente en la Capital de Catamarca castigara duramente al joven, hoy, amigos del malviviente juraron venganza hacia los taxistas que pasen por la zona sur. La cuestión es que en lugar de apaciguarse los ánimos, el clima social se pone más violento. Esto requiere la intervención del Gobierno para que no haya muertos. El informe de El Aconquija.
De acuerdo la información a la que accedió este medio, unos delincuentes, amigos del joven que intentó apuñar con un cuchillo Tramontina a un taxista, advirtieron a un trabajador del volante que andaba por la zona de que las cosas no iban a quedar así y que se cobrarían venganza. El hecho delictivo ocurrió en el Barrio conocido como Capilla del Monte en la Capital de Catamarca. Recordemos que el delincuente es de apellido Zurita y el taxista es de apellido Vega.
“Muchachos acaban de bajarse dos sujetos del Santa Marta. Me acaban de decir que se van a desquitar con los remiseros y salieron corriendo” escribió un trabajador del volante. Así les advirtió a sus colegas para que tomen medidas para preservar la vida y evitar daños si ingresan a la zona sur de la Capital de Catamarca. Los taxistas están tratando de llamar la atención de los gobernantes para que se involucren en el tema inseguridad y comiencen a dar respuestas.
Los taxistas y remiseros están en estado de alerta. Recordaron que hubo un tiempo que eran apedreados en distintos puntos de la provincia y que no se podía trabajar tranquilos. Quieren hacer visible que en realidad ellos son las víctimas de la presente inseguridad y que Vega solo se defendió. Temen que se le inicie una causa judicial cuando el delincuente casi lo mata, en realidad se le quebró el cuchillo en la panza, si no, estarían velando a Vega en su casa.
Trascendió que los trabajadores del volante se están organizando y que están haciendo circular una nota solicitando una audiencia a las autoridades provinciales y municipales. Como si no tuviéramos ya suficiente con la pandemia y la forma en que afectó económicamente al trabajador ahora se suman estos hechos delictivos. Los mismos no solo tocan el bolsillo, sino que ponen en riesgo la vida misma. Sin intervención oficial las cosas podrían ser lamentables y lo que es peor aún, irreparable.
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