El sábado pasado y luego de permanecer varios días internado en un sanatorio privado de la Capital, falleció el fray Juan Carlos Larcher. El sacerdote franciscano tenía 84 años de edad y era oriundo de la localidad de Chaquiago, en el departamento de Andalgalá. Desde el Obispado de Catamarca lo recordaron por su amplia sabiduría y sus enriquecedoras palabras.
Juan Carlos Larcher realizó su profesión Temporal el 28 de febrero de 1955 y la profesión Solemne el 28 de febrero de 1959. Siguiendo con su carrera, el 25 de marzo de 1958 fue ordenado Diácono y luego Sacerdote el 7 de julio de 1961. En diciembre de 2020 regresó desde Tucumán al Convento de Catamarca donde permaneció sus últimos años ayudando a los vecinos.
Según comunicó el Obispado de Catamarca, el fray iluminó la vida de quienes tuvieron la dicha de conocerlo. Además, expresaron que supo ganarse el corazón de alumnos y docentes en sus años de guardián en la Fraternidad de la Provincia y representante legal del Colegio Padre Ramón de la Quintana. En cada visita al colegio recordaba que su amor estaba presente en cada rincón.
El Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc y el Clero de Catamarca participaron con dolor y esperanza de la partida de Juan Carlos Larcher. En este marco, agradecieron su labor pastoral desplegada en la Diócesis, especialmente en el Convento Francisco y el Colegio Padre Ramón de la Quintana. Ambos elevaron plegarias por el eterno descanso de su alma y acompañaron a sus familiares en la oración.
“Su tarea apostólica dentro del Colegio fue incluso la de formar y acompañar en la formación evangélica a los docentes. No son pocas las personas que consideran al padre como el último gran franciscano que pasó por el CEF. Otra de las características destacables de él, era el cariño que recibía de los niños, algo a lo que él correspondía con mucho amor y respeto”, recordaron desde el Colegio Padre Ramón de la Quintana.
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