La Higuera: abuela consiguió los materiales y ni aun así la municipalidad hace el cruce del río

Este relato catamarqueño es de La Higuera. Una abuela y familiares de esta consiguieron materiales para el cruce de un río y no pueden conseguir que la Municipalidad de Paclín haga el trabajo. Cansados de esperar soluciones, se abocaron a conseguir tubos y cemento creyendo que el municipio podría poner aunque sea la mano de obra, pero fue una ilusión tonta.

Son muchos años esperando una respuesta. En realidad, toda una vida. Rita Arroyo tiene 68 años. En casi 7 décadas, por la zona pasaron dirigentes todos los colores políticos. Todos hicieron la misma promesa pero ninguno cumplió. A decir verdad, no vuelven por La Higuera por un buen tiempo, hasta las próximas elecciones. Lo concreto es que el camino está intransitable, no hay alumbrado público y tampoco tienen agua potable.

“Los intendentes que pasaron por Paclín dicen que escuchan pero no escuchan. El actual jefe comunal, Eduardo Menecier (FT), sabe del problema, pero nunca se preocupó ni se ocupó. Llegó hasta mi casa, vió la situación y cómo vivo. Me prometieron muchas veces arreglar el camino para que se pueda acceder con un vehículo, pero nunca hicieron nada”, comentó la mujer a El Aconquija.

Además de la familia Arroyo en ese sector de La Higuera viven 4 familias más que están afectadas por el mismo problema. Los vecinos también son adultos mayores. Cuando se enferma alguien, la ambulancia no puede entrar por lo que los lugareños improvisan en ese momento de emergencia para poder salvar al paciente. Se sacó gente en angarilla y alzándola en una silla de rueda.

La sociedad ya conoce las excusas oficiales y se anticipa al planteo. “A funcionarios de la municipalidad les dijimos meses atrás que debería aprovechar que todavía no inició la época de lluvias para trabajar en el lugar porque después se excusan con que las máquinas están cumpliendo tareas en el río y no vendrán más y nosotros seguiremos perjudicados”, manifestó Rita.

Los vecinos de La Higuera reclaman por el estado del camino y en particular por un baden en el cruce del rio que no es tan ancho. “Mi familia consiguió los tubos y bolsas de cemento para que la municipalidad haga el trabajo pero sobran los pretextos y falta empatía con estos pobre catamarqueños que al parecer solo tienen valor cuando vienen a buscar votos, una vez cada dos años”, dijo compungida la abuela.