El embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, se refirió a la situación que está atravesando el país vecino y la realidad de los periodistas y demás argentinos que se encuentran en el territorio boliviano. En esa línea, lamentó “el nivel de intolerancia” que está presente en estos momento en Bolivia y advirtió sobre la presencia de mochileros argentinos que no pueden regresar a su país.
“Hay un alto nivel de violencia e intolerancia. Los periodistas tuvieron que irse casi empujados hasta los hoteles y ahí también fueron insultados. La gente del hotel les pidió que se retiren”, fueron sus palabras en diálogo con FM Delta. Además, habló sobre la postura de la ministra de Comunicación de Bolivia, Roxana Lizarraga, quien acusó a los medios de “sedición” para después negar sus dichos.
“Fue una declaración totalmente exagerada. Evidentemente, la superó la situación”, expuso el embajador argentino. Ante esta situación, la propia ministra boliviana aseguró no haber acusado a los periodistas argentinos, sino que se refería a los “guerreros virtuales” que informan sobre las situaciones que se viven en territorio boliviano en estos momentos.
“La situación es muy difícil. Trato de no meterme en eso, estoy trabajando acá y tengo que defender a los funcionarios y ciudadanos argentinos”, fueron sus palabras después de que se le preguntara cómo calificaba el conflicto institucional que se estaba viviendo en el país mediterráneo. Después de la renuncia de Evo Morales el pasado domingo, la vicepresidente segunda del Senado, Jeanine Ánez se autoproclamó presidente interina de Bolivia.
Por último, Normando Álvarez García, advirtió sobre la situación de algunos turistas argentinos que llegaron a Bolivia y se quedaron varados, sin poder retornar a su nación. “En La Paz tenemos delegaciones de chicos mochileros que tampoco pueden salir, no tienen plata, hay que darles de comer, hay que ver cómo van a salir para la Argentina”, señaló.