Foto: Twitter oficial Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, mediático y controversial, Donald Trump, realizó un viaje a la base estadounidense de Baram, en Afganistán, en el pasado día de Gracias, y compartió una comida con algunos soldados. Este viaje fue sorpresivo para todos, incluso para la prensa de su país, y logró reunirse con el primer ministro Ashraf Ghani.
El Intransigente informó que desde allí, Trump dio un discurso en el que hizo un llamado a los talibanes para volver a la mesa de diálogo e intentar negociar el fin de la guerra, que data desde 2001 tras el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York. A pesar de mostrarse dispuesto a volver a las conversaciones, los rebeldes afganos dijeron este viernes que no es el momento para reanudar las negociaciones.
“Es demasiado pronto para hablar de una reanudación de las negociaciones de momento. Daremos nuestra reacción oficial más tarde”, declaró el portavoz oficial de los talibanes, Zabihulá Mujahid, a la AFP a través de un mensaje de WhatsApp, citado por DW. Asimismo, la agencia española EFE confirmó la noticia. Ambas partes ya intentaron sentarse a conversar a principios de septiembre, pero en esta ocasión fue Washington que dio por finalizadas las conversaciones “por el momento”.
“Nos quedaremos aquí, mientras no haya acuerdo, o hasta que se produzca una victoria total, y ellos quieren de verdad ese acuerdo”, dijo Trump en la víspera en la que compartió el pavo con los soldados estadounidenses. Ya en las últimas conversaciones, todo parecía estar preparado para llegar al fin de un largo conflicto bélico, pero el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo en ese momento: “Si los talibanes no se comportan, si no cumplen con los compromisos que nos han hecho durante semanas, y en algunos casos meses, el presidente no va a reducir la presión“.
Inclusive, el propio Trump dijo que las negociaciones habían “muerto”, cerrando así la puerta a una salida pacífica al conflicto. El presidente cambió de opinión en ese entonces, producto de que un soldado estadounidense murió en un atentado de los talibanes en Kabul, en el marco de las elecciones en Afganistán. Esta guerra comenzó tras el atentado terrorista contra las Torres Gemelas, que fue reivindicado por Osama Bin Laden, fundador y exlíder de Al Qaeda.