El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido duramente criticado por su gestión. Pero las acciones para sobrellevar la crisis por la pandemia son sin dudas las que más adeptos le ha quitado. Y es que el mandatario ha considerado al coronavirus una “gripecita”, e incita a los ciudadanos a salir a calles y continuar trabajando. Siempre con el discurso de que la economía es más importante. Ahora, vuelve a ser objeto de crítica por haber ordenado una vacuna para el Covid-19, de éxito no comprobado, que le costaría US$ 288 millones de dólares, según informo NA.
Se trataría de una compra de 100 millones de dosis por una vacuna en desarrollo que aún se encuentra en tercera fase de prueba en humanos. Cabe recordar que el proceso de elaboración de una vacuna puede tardar hasta 10 años, porque es necesario pasar por muchas instancias para probar su efectividad. De saltear estas fases, la historia nos recuerda que podría provocarse un genocidio inintencionado, como ocurrió con las primeras vacunas contra la gripe amarilla. Por lo que la compra sería una “inversión de riesgo”, según catalogó el propio Ministerio de Salud brasileño.
“Los estudios preliminares muestran que la vacuna tiene capacidad de respuestas inmunológica bastante significativa. Pero, en caso de que los ensayos clínicos no muestren que será segura para la población brasileña, obviamente no la usaremos. En ese caso habremos adquirido conocimientos, y tendremos un avance tecnológico y mejorías en nuestro parque industrial”, afirmó el secretario de Vigilancia en Salud del Ministerio de Salud, Arnaldo Correia de Medeiros.
Es la vacuna más avanzada hasta ahora
La OMS confirmó que este proyecto de vacuna es el más avanzado en las pruebas en seres humanos. La compra de Bolsonaro se realizaría en conjunto con con la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. A su vez, junto a la vacuna, llegaría una transferencia de tecnología de Oxford para que puedan realizarla autónomamente en Brasil. En el mejor de los casos, especialistas de salud consideran que podría comenzar entre diciembre de 2020 y enero de 2021.
Mientras, en el Brasil de Bolsonaro hay más de 1,3 millones de casos confirmados de coronavirus y tienen alrededor de 56 mil muertos. Es el país más afectado de américa latina, y también el de mayor densidad poblacional.