Opinión

En el CONICET determinaron la influencia de las hormonas sexuales en la morfología neuronal

Las hormones sexuales inducen cambios y desarrollan en el cerebro múltiples funciones regulatorias.

Foto: sitio oficial de CONICET

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) realizó investigaciones con el fin de evaluar cómo el estrógeno y la progesterona, hormonas sexuales, promueven el desarrollo de nuevas conexiones impulsando la plasticidad, interconexión y transmisión neuronal. Según explicaron, las hormonas sexuales desarrollan en el cerebro múltiples funciones regulatorias como la proliferación, supervivencia y diferenciación celular. Así lo informó El Intransigente.

Según informan desde el sitio web oficial del organismo, en un estudio, recientemente publicado en la revista Neuroendocrinology, investigadores del CONICET determinaron nuevas vías por las cuales las hormonas sexuales promueven la formación de espinas dendríticas, estructuras fundamentales para la memoria, cognición y aprendizaje; y cómo la pérdida o modificaciones en los niveles hormonales podrían estar relacionadas con la aparición de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Parkinson o demencia.

“Las hormonas sexuales inducen cambios en la morfología neuronal y promueven la formación de espinas dendríticas mediante el control de proteínas claves que forman el citoesqueleto actínico”, explica Ángel Matías Sánchez, investigador adjunto del CONICET y responsable del Laboratorio de Transducción de Señales y Movimiento Celular en el Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU, CONICET-UNCuyo).

“Si bien sabíamos que tanto los estrógenos como la progesterona influyen en el desarrollo neuronal embrionario y continúan actuando sobre neuronas maduras, nuestras investigaciones sirvieron para comprender cómo ambas hormonas promueven cambios en la plasticidad, interconexión y transmisión neuronal, lo que promete importantes implicaciones biológicas y médicas”, detalla Marina Flamini, investigadora adjunta en el mismo instituto.

De esta manera, gracias a las investigaciones realizadas, los científicos lograron demostrar que la pérdida de función o activación de proteínas reguladoras claves del citoesqueleto actínico (CORTACTIN, WAVE1 y Complejo ARP2/3), determinan una notable inhibición en la formación dendrítica neuronal que podría estar vinculada con un déficit de memoria y aprendizaje.

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