La pauta oficial es un secreto de Estado. Se guarda bajo siete llaves porque el Gobierno y los medios saben que esa “noticia” no le caerá bien a la sociedad. Raúl Jalil habría llevado de 500 mil a 1, 5 y 2 millones de pesos mensuales la pauta a El Ancasti, El Esquiú y Radio VV. Una fortuna embolsan los empresarios de los medios en Catamarca en plena pandemia mientras la salud aún es muy precaria en el interior y faltan insumos, tanto en los hospitales como en Desarrollo Social.
Así que los famosos “viejos de la bolsa”, existen. Los legisladores no quieren pelearse con los mal llamados “grandes medios” haciendo un pedido de informe porque especulan con seguir con sus carreras políticas. Para ellos, figuretear es más importante que el destino y la transparencia de fondos públicos. Dos millones por mes para cada uno de estos medios oficialistas totalizan 6 millones mensuales, multiplicado por 12 meses hacen la friolera cifra de 72 millones de pesos al año, por 4 años se va a 288 millones. Faltan los medios chicos pero que son amigos.
Decíamos que la pandemia no fue mala para todos, los empresarios de la comunicación la levantan, no en pala, tampoco en carretilla, la levantan en camiones. Ricardo Gómez, el dueño de Radio VV tiene varias bocas de ingreso, muchos periodistas incluso son empleados públicos, fueron funcionarios o hacen prensa para organismos oficiales. Lo último es que el joven Pontífice blanqueó que trabaja para la Policía pero eso ya lo sabía medio Catamarca. La radio tiene varios filtros que cuidan la pauta oficial.
Dicen que el grupo Jalil compró El Ancasti y que el ministro Niederle co-comanda El Esquiú. El empresario Ricardo Gómez promovió la candidatura de Jalil cuando se especulaba que Corpacci podía ir por un tercer mandato. El dueño de Radio VV formaba parte de la mesa chica del Gobernador, o al menos asistió a algunas reuniones en calidad de asesor. De manera que detrás del manejo “serio y responsable” de la información presentada como “oficial” hay un “negocio millonario”. Es un círculo, una víbora que se muerde la cola.
Además, es hasta antidemocrático, el Gobernador y funcionarios salen solo donde el Gobierno pone plata y las preguntas son cuidadas, en medio el espacio auspiciado por Automotores Jalil. Entre chistes malos, consignas del día (dónde comiste el mejor pancho) y editoriales donde se rasgan las vestiduras por la corrupción y la falta de transparencia pasan los días y los meses. Pero, 6 millones mensuales, 72 millones de pesos al año o casi 300 millones en 4 años en pauta oficial es mucha plata del Estado como para no llamar la atención. Ni se enteraron de la pandemia.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija.
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