Florencia Sosa, la heredera del imperio que construyó Emilio Sosa, dueño de ECA, Farmacias Minerva, etc, etc, oscila entre la caridad y la ostentación, entre la salud y las fiestas que organiza o participa lejos de los cuidados mínimos sanitarios por la pandemia como muestra el video que reproduce El Aconquija. En definitiva Flor confirma el dicho insolente de los ricos, el que tiene plata hace lo que quiere, con o sin pandemia.
“Flor”, es la hija de Emilio Benjamín Sosa, un hombre del interior, más precisamente de Pomán, que se hizo desde muy abajo. Emilio fundó ECA Emergencia Catamarca, una empresa con 30 años de experiencia y cientos de empleados. El negocio de la salud se amplió con la Red de Farmacias Minerva. E incluso Florencia, la heredera, dirige dos estaciones de servicio Axion Energy y además plantaciones de nueces y olivos. Suele presentarse como la promesa empresarial de este siglo.
El péndulo se agita de extremo a extremo en las actividades de la joven empresaria que pasa de promover acciones solidarias a presumir con lujos extraordinarios en lugares paradisíacos confirmando el mensaje soberbio de los ricos de que el que tiene plata hace lo que quiere, con pandemia o sin pandemia, dentro y fuera del país y más allá de lo que opine la gente. Flor visita lugares como México o participa de fiestas en Catamarca (Argentina) sin preocuparse en absoluto del coronavirus como muestra el video que subió ella misma.
El polémico perfil de Flor oscila entre las “campañas solidarias de donación” por algún día especial para lograr llegar al corazón del pueblo y el “pedido de desalojo” para dejar en la calle y sin nada a personas humildes que durante años vivieron por caso en el Barrio Alem. Todo esto sin dejar de mostrar en Facebook e Instagram la producción o sesión de fotos con suntuosidades en ropa y comida que hacen permanente alusión a la riqueza heredada de su padre.
Cuando hablamos de cuidarnos para no potenciar a la pandemia o tentar al virus, muchos tildan a las personas que incumplen las normas sanitarias de “ignorantes” pero por ejemplo Flor hizo un máster en Finanzas en la prestigiosa Universidad de Yale (Estados Unidos). Sobran pues los elogios en las revistas pagadas para destacar la figura de la joven emprendedora, pero cuando la contradicción proviene del mismo lugar el mensaje no puede ser uno, sino precisamente dual.
Es decir, se puede ser solidaria para quedar bien políticamente, pero también se puede despilfarrar o echar gente sin que por ello la persona se sienta contrariada por sí misma. Se puede pedir responsabilidad social por la pandemia debido a que trabaja en salud con personal sanitario por un lado y por otro lado hacer caso omiso a la prevención porque no tengo ganas o simplemente porque me sobra la guita.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija
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