Opinión

Raúl Jalil-Fama, Jalil-Jalile, la ingeniería alternativa si se abre el corpaccismo

En el nuevo armado peronista-radical sería clave el apoyo de “Luis” y “Oscar”.

Raúl Jalil

Si el corpaccismo profundiza las diferencias y decide hacer rancho aparte, Raúl Jalil no descartaría ir con el radicalismo, algo que incluso ya intentó antes. En esta línea de ingeniería electoral, los vice del actual gobernador peronista podrían ser el rector de la UNCa, Flavio Fama, o el ex intendente de Valle Viejo, Gustavo Jalile. En el armado sería clave el apoyo o participación de Luis Barrionuevo y Oscar Castillo.

No es raro ni lo sería, si tenemos en cuenta que el actual gobernador se maneja más allá de las ideologías y entra en el grupo de los denominados “pragmáticos” donde la acusación de “traición” política o ideológica no tiene sentido. Fiel a su estilo, Raúl pone huevos en todas las canastas sin descuidar los negocios. Se inventará otra palabra para superar la “transversalidad” de Néstor Kirchner donde incluso la misma Corpacci fue vice del radical Brizuela del Moral. Es decir, lo mismo, pero al revés. ¿Con qué autoridad cuestionarían los corpaccistas?

El último intento de este esquema peronista-radical se hizo con Massa presidente cuando Raúl Jalil era su referente regional y armaba en el NOA. En Catamarca gobernaba Corpacci. Cuando “Sergio” llegó a Catamarca no sabían si al acto iba Lucía o Brizuela del Moral siendo Raúl intendente de SFVC. Por entonces, Massa era modelo de política de seguridad y desarrollo, luego vino Macri y Jalil declaró que Mauricio estaba haciendo lo que había que hacer en el país.

Hoy las encuestas no le están dando bien a Raúl Jalil y si el sector que conduce Lucía Corpacci decide abrirse, el Gobernador podría ver complicada su reelección. El plan alternativo es ir con un radical como vice y acordar esa estrategia con Barrionuevo y Castillo. Luis y Oscar no tendrán votos, pero tienen poder (en criollo son los que tienen la cuchilla para “cortar el queso”). Para desarrollar esta segunda opción Raúl necesita la bendición del gastronómico y el líder de la Celeste, así como lo requirió en su momento de Lucía para ser intendente y gobernador.

El tema electoral es inevitable aun en pandemia y desvela al Primer mandatario catamarqueño que no puede descuidarse ni de las elecciones ni del covid-19. Raúl Jalil es amigo de Fama, desayunaban juntos casi todas las mañanas en una conocida estación de servicio de la capital cuando el empresario de la salud era diputado provincial, y con Gustavo “Gallo” Jalile siempre tuvo buena relación también. El histórico dirigente radical chacarero ya había sonado como eventual compañero de fórmula de Raúl.

Claro que también puede darse la conveniente coincidencia entre jalilismo y corpaccismo para buscar la reelección del Raúl en el Ejecutivo provincial y de Gustavo Saadi en la municipalidad de SFVC con el compromiso de que este último suceda al primero cuando cumpla sus dos periodos. 8 años de Lucia, más 8 de Raúl y más 8 de Gustavo sumarían 24 años de peronismo). Pero en política no hay nada seguro y como sabemos vale todo para llegar o mantenerse en el poder. Recordemos que Lucia Corpacci sigue siendo la presidenta del PJ catamarqueño y que Alberto y Cristina nunca le perdonaron a Raúl haber coqueteado con Macri.


Si los socios oficialistas tensan mucho o quieren romper, podría aparecer el binomio Jalil-Fama o Jalil-Jalile (otros nombres pueden ser propuestos y consensuados con Luis y Oscar respetando la misma lógica). En ese nuevo escenario el empresario multimillonario y sus acólitos tendrán que ir contra el corpaccismo que vive hoy sobre todo en la municipalidad de la capital. Gustavo Saadi no solo tiene muñeca política para pilotear la municipalidad, fue ex funcionario corpaccista, hombre de extrema confianza y familiar de la ex gobernadora. No olvidemos que ella es Lucía Benigna Corpacci Saadi.


Falta mucho y no falta tanto para volver a elegir. Vamos a tener primero las elecciones de medio término (para renovar el Poder legislativo) este año y Jalil aun no puede hacer pintar los carteles con la leyenda “Raúl conducción”. El tiempo pasa volando, 4 años pasan volando. Macri también pensó que iba a gobernar Argentina por lo menos 8 años y no le alcanzó. El terror de Jalil es “repetir la historia de Mauricio”, de hecho en el círculo íntimo lo llaman el “Macri chiquito”.


Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija

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