El choque entre el intendente Rafael Olveira y el senador Raúl Barot por la administración municipal en las PASO 2021 parece inminente. “Rafa” (12 años en el poder) está dispuesto a dar pelea porque considera que “viejos son los trapos” y el contador Barot ya llamó a su suplente en el Senado y le sugirió que se vaya familiarizando con la oficina. “Vos vas a ser yo, acá”, le habría dicho el ambicioso profesional convencido que ganará y que manejará la intendencia y la senaduría.
Barot estuvo en la EC Sapem de Energía y se referencia en la ex gobernadora y actual diputada nacional Lucía Corpacci (hoy candidata a senadora nacional). Cuando ganó como senador por Santa Rosa, Barot obtuvo una pequeña ventaja con relación al sector del intendente Olveira que competía con sus concejales. Dos años después Barot va por la conducción del municipio de Los Altos, algo previsible y lógico al punto que desde entonces se miran con el rabo del ojo.
Al principio parecía “raro” que Barot, un ultracorpaccista, avance sobre una intendencia jalilista. El propio Olveira hablaba en los discursos del “amigo Raúl”, en tanto el Gobernador también hacía alusión a la supuesta amistad entre ellos. Pero no solo Jalil se corrió para dejarlo solo sino que a nivel provincial ayer trascendió en El Aconquija que por falta de acuerdo entre Corpacci y Jalil en la lista de diputados oficialistas; presentarían ofertas distintas y se enfrentarían en las PASO 2021.
Barot quiere la intendencia por las buenas o por las malas. Como Olveira se retobó en el poder y no piensa facilitarle nada, el senador se recostó sobre el peronismo disidente y 2 vertientes del radicalismo. El temor de la oposición es que Barot haga el amague de ir con ellos en las PASO 2021 y a última hora se baje y arregle con “Rafa” la sucesión; acuerdo que implicaría no sacar la basura debajo de la alfombra ni brindar información que estimulen o despierten las causas que duermen en la justicia.
Lo que faltaba es que Barot también quiera manejar a la senadora suplente desde la intendencia. Una suerte de títere, versión femenina, en un momento en que se habla de empoderamiento y capacidad de la mujer para desempeñar cargos públicos. El dato es que hablamos de un Senado machista donde no hay senadoras en ejercicio. Si todo sale bien, la dama en cuestión sería manejada a distancia y a control remoto.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija
You must be logged in to post a comment Login