Un hombre de 31 años mató a un joven de 18, llamado Marcos Antonio Guerra, de un tiro en la cabeza. Por el homicidio se dio a la fuga con la esperanza de no ser encontrado. Sin embargo, no tuvo más opción que entregarse debido a los intensos operativos de los efectivos de la Comisaría 13 y del 911. Ayer a la noche ya lo tenían cercado y hoy a la madrugada se rindió ante la dependencia policial, fue acompañado de su abogado.
El fatal suceso ocurrió en calle Bernabé Aráoz al 3.800, en la vereda del domicilio del homicida, en el Barrio Miguel Lillo. “La muerte del joven ocurrió en el marco de una pelea familiar”, explicó el Jefe de la División Homicidios, Diego Bernachi. De acuerdo a las primeras averiguaciones el joven fue increpado con una carabina por la pareja de su prima, que vive en la casa de al lado. “En medio de la discusión, se le habría escapado accidentalmente un disparo que impactó en la cara de Guerra, provocándole la muerte”, detalló Bernachi.
Trabajo policial
Tan pronto como tomaron conocimiento del hecho, efectivos policiales a cargo del Comisario Ricardo Gallardo, Segundo Jefe de la Comisaría, iniciaron la búsqueda del sospechoso. El hombre había huido llevándose el arma homicida. El trabajo de investigación lo realizaron de manera conjunta entre el personal de la Comisaría 13° y la Fiscalía Homicidios. Esta última es una unidad especial, a cargo de Diego Bernachi. Fueron quienes realizaron las pericias y tomaron los testimonios.
Realizaron todo el trabajo necesario para dar con el paradero del presunto y fugado homicida y lo lograron. Ahora el hombre se encuentra aprehendido a disposición de las autoridades judiciales investigativas, afirman desde la página del Gobierno de Tucumán. Permanecerá detenido a la espera de que se esclarezca el hecho y se dicte una condena meritoria a la acción fatal.