El conflicto respecto de la minería en la provincia podría profundizarse. Gremios como AOMA, UOCRA, UTHGRA, entre otros, formadas dentro de la Intersindical Minera de Catamarca (IMCa) sentaron postura por la fuerza ante comunidades de la zona de Andalgalá. ¿Para qué? Para acelerar el proyecto de extracción de oro y cobre de la zona, denominado “Agua Rica“.
Además, otro proyecto por el que se está pujando desde los sindicatos es por la ampliación de la extracción de litio en Antofagasta de la Sierra mediante un polémico acueducto paralizado por falta de “licencia social” . El secretario de Estado de Minería de la provincia, Rodolfo Micone, es quien está negociando con los gremialistas.
A esto hay que agregar que el gobierno no está favoreciendo a la relación “minería-sociedad” con estas acciones arbitrarias. Al estar inclinándose por el sector sindicalista y apoyando a los procesos mineros, un sector de la sociedad a favor del control ambiental está mostrando mucha resistencia. Así queda en evidencia lo difícil que se torna la armonía entre minería y medio ambiente.
Por otra parte, actuando así lo único que se logra es que todo se estanque. Si estas actividades no cuentan con el “consenso social”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación puede paralizar la minería catamarqueña debido a que existen fallos como antecedentes. Es decir, que si no hay participación de la sociedad en la legitimación de estos proyectos, no pueden seguir.
El gobierno catamarqueño debería en este caso mediar entre el sector a favor del cuidado del medio ambiente y la facción “pro-minería”. Negociando y haciendo acuerdos por detrás con los diferentes sindicatos está profundizando las discordias entre un lado y el otro. El futuro social, económico y político de Antofagasta y Andalgalá se está jugando en esta puja.
