Roxana Paulón mantuvo la intendencia de la localidad de Fiambalá en las últimas elecciones. La diferencia con la oposición fue de nada más que 10 votos, a pesar del apoyo con el que contó. Declaró a medios locales que sufrió una “campaña de desprestigio muy grande, con violencia de género incluida”. Ella siente que la gente se acostumbró a los gobernantes anteriores.
“Yo soy de defender el trabajo que hice, pero también de autocriticarme. Trataremos de cambiar las cosas del equipo que a la gente no le gusta”, explicó la intendente reelecta. Por otro lado, dio una explicación insólita respecto de la elección de la gente por la oposición. Insólita porque cree que a la obra pública se le da menos importancia desde el pueblo que a su figura de mujer.
“La gente está acostumbrada al caudillismo anterior de Quintar. Creo que pasamos a la violencia de género nuevamente”, explicó con respecto a los dichos contra ella. “Hicimos tanta obra pública en Fiambalá y parece que la gente no lo valoró a eso”, agregó la funcionaria catamarqueña. ¿Pensará realmente que al pueblo no le interesan las obras?
Asimismo, valoró la importancia de escuchar las prioridades de la gente de su gestión a la hora de gobernar. “Me gustaría sentarme un poco más con el pueblo y ver qué es lo que quieren ellos”, declaró Paulón. Resulta increíble que un intendente que estuvo 4 años en el cargo nunca haya escuchado las propuestas populares. ¿Las escuchará a partir de ahora?
Por otro lado, su principal opositor en las elecciones fue Bernardo Quintar, hijo del fallecido Amado Quintar. Resulta poco serio por parte de la intendente por Frente de Todos la excusa del machismo para explicar su ajustada victoria. ¿Hubiese ganado en la localidad minera sin el apoyo enorme del Gobierno de Lucía Corpacci?