La crisis económica que viene arrastrando el país desde hace unos meses continúa afectando a las grandes y pequeñas empresas. De hecho, ahora le llegó el momento a una compañía consolidada y una de las más sólidas: Arcor. Si bien la empresa había podido resistir tras la inflación caída del poder adquisitivo, de las ventas y fuerte devaluación, ya informó que la sede de Catamarca paralizará la producción.
Este lunes 4 de noviembre fue la fecha elegida para el cese de actividades en la planta catamarqueña. Según lo adelantado por la misma empresa, se extenderá hasta el 19 de noviembre. Tras esta decisión, un total de 430 trabajadores serán puestos de vacaciones forzadas, ya que no se seguirá trabajando en la producción de los productos que ofrece Arcor, debido a la realidad del país.
De acuerdo a lo explicado, se prescindirá de casi todo el personal que trabajaba en la planta productora. Solo continuarán en su puesto algunos integrantes del personal de seguridad, quienes montarán una guardia mínima para impedir imprevistos. Así, mantendrán en funcionamiento solo a los empleados elementales, mientras el resto es obligado a volver a sus casas.
Aun así, aseguraron que no habrá modificaciones en los sueldos y que los empleados continuarán recibiendo su pago a pesar de no ser requerido que se presenten a trabajar. Se trata de la primera decisión de este tipo que toma la empresa Arcor de Catamarca, una que muchas otras compañías se vieron obligadas a tomar con anterioridad, e incluso a profundizar ante la desmejora de la economía argentina.
Por el momento, se estima que será una condición temporal y que, una vez pasado el periodo establecido, todos los trabajadores podrán retornar a sus puestos de trabajo. Sin embargo, no se deja de lado la posibilidad de que la situación se complique y el plazo de dos semanas de inactividad se extienda, alargando las vacaciones forzadas del personal. De esta forma, Arcor busca hacerle frente a la caída en las ventas y la falta de ingresos.