El pasado sábado una víctima de un accidente vial en la provincia de Catamarca dejó de manifiesto la irresponsabilidad de quienes se encuentran al mando del principal hospital provincial, el San Juan Bautista, y el deplorable estado de la salud pública. Con una fractura considerable en la clavícula más diversos traumatismos, la joven todavía aguarda en su casa que el personal médico cuente con los recursos para solucionar sus heridas.
El hecho se inició después de que Mariana Guadalupe Olmos quedara atrapada en un accidente en la vía pública. Enseguida fue trasladada al hospital y allí comenzó la pesadilla. Su padre, Marcelo Olmos, exenfermero de emergencias de un centro privado, se encargó de contarle a El Aconquija cómo fue la atención. “La atiende el doctor, le hace una pésima revisión. Solo le pide una radiografía de clavícula, no le ve la mano que tiene un traumatismo severo. No se le realiza ninguna curación, no se le realiza la placa de cráneo, ni placa de la mano”.
Tras derivarla a su casa con diclofenac para el dolor, la cita para el lunes, es decir, la víctima pasaría dos días fracturada. El día pautado, el padre despierta a las 4 de la madrugada para poder sacar un turno para que atiendan a su hija y, si bien esta vez la atención del médico fue buena, lo que falló fue el aparato de radiología. “Me dicen que el equipo ya estaba roto, fuera de servicio”, señaló y contó que al quejarse le dijeron: “Mire, si quiere vaya dígale a la directora”.
Finalmente, la placa se la hacen en un centro externo del San Juan Bautista pero, al retornar al hospital central el miércoles, el médico que atiende a la joven no tiene en cuenta estos estudios, según advierte Olmos, y la cita para el próximo lunes, dejándola fracturada durante más de una semana. Al quejarse, la respuesta fue la misma. Así, Olmos llegó a la conclusión de que este episodio es fruto de la mala relación que existe entre el personal médico y la dirección del hospital. “Como médicos deben hacer la atención que corresponde y de ahí, si el personal tiene algún problema con la patronal o dirección, es problema de ellos”, sentenció.
Sin embargo, para el representante de ATE Salud Catamarca, José Traverso, el problema no es la mala relación, la cual afirma que es buena, sino la mala gestión de la directora, Silvia López. “La relación es buena el tema es que no hay gestión”. En esa línea, señaló que no andan las lavadoras, que no se pueden utilizar las dos esterilizadoras al mismo tiempo, no funciona el resonador ni el sistema eléctrico, falta personal y el que hay trabaja en malas condiciones. Ante esto, adelantó que, con la nueva gestión, pedirá “que se creen fiscalizadores de hospitales dirigidos por los trabajadores para que controlen la gestión de los directivos” para controlar la situación que, advierte, afecta a toda la provincia.