Política

Descontrol de vehículos oficiales: volvían de una fiesta, volcaron y se dieron a la fuga

Así quedaría expuesto el uso indebido y desuso de los autos pertenecientes a la municipalidad.

Un nuevo accidente de tránsito puso en alerta a los habitantes de la localidad catamarqueña de Fray Mamerto Esquiú. Sin embargo, en este oportunidad, lo que más polémica generó fue el hecho de que se tratara de un vehículo oficial, perteneciente a la municipalidad, que el cual estaba siendo utilizado para fines personales de los funcionarios. Además de la falta de mantenimiento del parque automotor, ahora también queda en evidencia el uso indebido que se le dan a los autos.

El hecho ocurrió después de la fiesta del trabajador público, de la cual participaron los funcionarios y empleados de la municipalidad. A la vuelta, las personas que transitaban en el vehículo chocaron. Al percatarse del incidente, tras el cual el auto quedó destruido, los sujetos en cuestión escaparon, se cree que por miedo al test de alcoholemia que se les debería hacer de acuerdo al normal procedimiento policial. De esta forma, dejan en evidencia que se encontraban en estado de ebriedad al conducir el vehículo oficial.

Hasta el momento se pudo identificar a uno de los ocupantes del vehículo, un empleado del área de Prensa de la municipalidad, de apellido Muñoz. Si bien hay cámaras en las cercanías en donde ocurrió el hecho, que podría ayudar a atrapar a los responsables, lo más probable es que se intente ocultar el accidente desde la intendencia de Guillermo Ferreyra y no se castigue a quien se debe.

Se trató de un vehículo sin plotear, es decir sin la habitual identificación del municipio, que fueron adquiridos a principio de este año, en el marco del Programa de Fortalecimiento Institucional. Las nuevas unidades le fueron entregadas a los sectores de Prensa/Protocolo y Hacienda, con el objetivo de que se utilicen estos medios de transporte para las necesidades de su trabajo dentro del municipio y ya no necesiten pedir prestado a otras áreas.

Sin embargo, el uso que se les dio no solo fue laboral sino también personal. Desde transporte de materiales hasta uso familiar, estos autos fueron casi tomados como propios por los funcionarios municipales. Así, lo que se da es una situación de uso y desuso porque, además de utilizarlos para tareas que no corresponde, los vehículos no son cuidados y terminan, como en este caso, destruidos. Una vez afectados y sin la mantención necesaria, se justifica el alquiler de nuevos vehículos, muchas veces que implican una constante inversión. Lo que queda expuesto acá no solo es un accidente de tránsito, la ebriedad de un funcionario al volante y el uso indebido de los recursos del municipio, sino también el desmanejo de los fondos públicos y la falta de control de los organismos correspondientes.

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