La seguridad nos incumbe a todos. Que nuestra vida no esté en riesgo a manos de delincuentes es algo vital para los ciudadanos. Se presentó a los centros de monitoreos como una solución, para velar por esta seguridad, y se hizo una inversión importante en cámaras muy costosas, y lugares para que sean monitoreadas. Incluso en el interior de Catamarca se instaló esta herramienta para combatir el delito.
Una vez mas, las promesas quedaron en la nada, pues las cámaras no cumplen su función. No se explica si es que las cámaras están obsoletas, si no hay quien las vigile, si es que están manejadas por personas que no son idóneas, o cuál es el motivo por el cual a las cámaras no se les presta atención. En algunos delitos, las cámaras cumplen una función vital pues pueden dilucidarlo y aportar pruebas, rostros, y demás. Al parecer, esto no es tenido en cuenta por los gobernantes.
No hay explicación lógica. Estas cámaras dependen de la Municipalidad de Catamarca, conformando un sistema de monitoreo en coordinación con la policía de la provincia. La foto es clara, la cámara apunta al piso, y así como esta, hay varias más. Cada vez que hay un problema, no hay imágenes que deberían ser aportadas por las cámaras.
También recordemos que desde el gobierno prometieron cámaras en los controles camineros, en los que, en realidad, no hay nada, y aparentemente no lo habrá. Invirtieron en nueva tecnología, pero fue en vano porque no son de utilidad. No hay transparencia, ni claridad con el tema de las cámaras.
Hay vecinos que se dieron cuenta del estado de las cámaras y llamaron al 911 para reclamar. Su pedido no fue recibido, por lo que dirigieron a centros de monitoreo y tampoco obtuvieron respuestas pavorables. Lo que debía ser una solución, se convirtió en una preocupación, por la manipulación de la inversión que salió del bolsillo de los propios vecinos, ya que fueron instaladas a través de fondos públicos.