Se trata del estadio de futbol “Bicentenario”, que fue inaugurado el 30 de noviembre de 2010, mediante un acto político y varias figuras artísticas a nivel nacional. El estadio se construyó durante la gestión del ex gobernador Eduardo Brizuela Del Moral y fue encargada a la empresa constructora Capdevilla y cuyo director de obra fue Eduardo Niederle, el actual ministro de Obra Pública del gobernador Raul Jalil.
La situación del estadio es deplorable, la obra se hunde cada vez más a medida que pasa el tiempo, el estadio está sin ser utilizado, las tribunas se hunden, se roban los cables. La obra que prometía ser una atracción turística hoy es un peligro para la gente. La cuestión se judicializó y quien fue el director de obra y hoy ministro de Obra Pública quiere arreglar el estadio con fondos públicos.
Además, uno de los dueños de la empresa Capdevilla, el señor Fernando Capdevilla, dirigente Pro, fue designado a planta permanente en ANSES. Es decir, uno de los responsables del estado de la obra fue premiado por el gobierno nacional. Así también muestran la hipocresía con la que se manejan, mientras que declaran abiertamente estar en contra del empleo público, aceptan puestos en el Estado.
Un dato a tener en cuenta es que la construcción del estadio estuvo hecha a partir de regalías de la industria minera. La obra que tiene más de 8 años de antigüedad fue recibida por el gobierno de Corpacci, quien en vez de intentar ponerla en condiciones, la exhibía como un emblema de la corrupción del Frente Cívico.
En conclusión, resulta increíble que miembros que formaron parte de la construcción del estadio que hoy no se utiliza y cae en la desidia sean funcionarios públicos. Por un lado tenemos a Fernando Capdevilla, dueño de la empresa constructora, quien hoy trabaja en el ANSES en planta permanente. Y por otro lado tenemos a Eduardo Niederle, quien fue el director de obra y actual ministro de Obra Pública del gobernador Raul Jalil queriendo arreglarla con fondos públicos.